Fernando García Pérez se dará de baja en CC.OO. para no perjudicar a sus compañeros de Sintel
El agresor de Fidalgo pide perdón antes de acudir a declarar al juzgado
Fernando García Pérez, el trabajador de Sintel que el jueves golpeó en la cabeza al secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, compareció ayer a
Fernando, que estuvo acompañado por el presidente de la Asociación para la Colaboración con los Trabajadores de Sintel, Adolfo Jiménez, y el secretario de la misma, Alfonso Porras, aseguró que no tenía intención de causar ningún daño a Fidalgo. «Quiero pedir perdón a Fidalgo y a los trabajadores en general por lo que significa el Primero de Mayo y, sobre todo, a los trabajadores de Sintel por el perjuicio que les pueda causar mi comportamiento de ayer, ya que la norma de comportamiento de Sintel siempre ha sido pacífica, la no violencia», afirmó, al tiempo que aseguró que se encuentra en una situación «desesperada y en un callejón sin salida» porque nadie le ha ofrecido aún un puesto de trabajo. El trabajador de Sintel, visiblemente emocionado y con la voz entrecortada, señaló que sentía «mucho» lo ocurrido y se preguntó por qué «había perdido los nervios». Acto seguido, indicó que «quizás» cometió esta agresión porque se le ha acabado la prestación por desempleo, y tiene que mantener a su mujer y sus dos hijos. Situación desesperada Asimismo, García Pérez, que tiene 49 años, afirmó que, a pesar de lo que publica la prensa, nadie le ha ofrecido un contrato de trabajo, y señaló que se siente «engañado por el Gobierno, por Telefónica y por mi propio sindicato, CC.OO.». En este sentido, apuntó que se dará de baja en este sindicato para no perjudicar a sus compañeros. «Estoy desesperado, ya que me encuentro en un callejón sin salida, solamente puedo decir que lo siento», afirmó. García indicó que el jueves «no tenía muy claro» que fuera él el autor de los hechos y que se ha enterado por la foto que apareció ayer en el diario ABC, señaló también que tenía la intención de acudir en la tarde de ayer a los juzgados para declarar sobre los hechos, y explicó que estará asistido en su defensa por un abogado de la Asociación de Trabajadores de Sintel. Por su parte, Adolfo Jiménez afirmó que los trabajadores de Sintel están «consternados» por lo sucedido, y lamentó la agresión «al compañero» Fidalgo, al tiempo que quiso dejar claro que la «lucha» de Sintel «ha sido y seguirá siendo pacífica». «Aunque sea comprensible la situación dramática por la que están atravesando muchas familias, nunca justificaremos ningún acto de violencia», reiteró. «Nosotros siempre hemos insistido, en todas las asambleas, que bajo ningún concepto y nos hagan lo que nos hagan, nadie puede ser agresivo o utilizar la violencia porque pierde todas las razones» recalcó. Jiménez aseguró que, pese a lo sucedido ayer, este colectivo no puede ser «criminalizado» por defender su puesto de trabajo, por no querer ser «marginados» o por decir que el Gobierno «ha incumplido» los acuerdos en materia de empleo. Además aprovechó para reivindicar la lucha de los trabajadores de Sintel, y recordó que, dos años después de los acuerdos que permitieron levantar el campamento del Paseo de la Castellana, más de 1.000 trabajadores siguen con la «angustia» del paro y a 500 ya se les ha agotado la prestación por desempleo. Ante esta situación, hizo un llamamiento «por enésima vez» al Gobierno, al Parlamento, a Telefónica y a los sindicatos, para que «de una vez por todas» se cumplan los acuerdos.