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Brown comunica a la Cámara de los Comunes que el Reino Unido no cumple la convergencia

El Gobierno británico anuncia hoy que no está preparado para el euro

La incertidumbre recae en si el ministro de Economía celebra un referéndum

Tony Blair conversa con el ministro de Economía, Gordon Brown (a la derecha), en una foto de archivo

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efe | londres

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El Gobierno británico anunciará hoy que en este momento la situación económica no es propicia para adoptar el euro como moneda, salvo sorpresa de última hora que nadie prevé. Tras cinco años de espera, el ministro de Economía, Gordon Brown, comunicará a la Cámara de los Comunes si el Reino Unido está en condiciones de adoptar la moneda única europea, pero se da por hecho que su veredicto será de «aún no» debido a la falta de convergencia económica. Es probablemente el secreto peor guardado del Gobierno laborista británico, partidario de la desaparición de la libra esterlina a largo plazo, pero al que le está costando demostrarlo como un frente unido y también decidir cuándo. En realidad la incertidumbre recae en si el ministro de Economía británico dejará abierta la posibilidad de celebrar un referéndum durante esta legislatura, como desea el jefe del Gobierno, Tony Blair, aunque las apuestas se inclinan a que así lo hará. Ayer, domingo, el titular de Economía no dio claves acerca de su decisivo discurso de hoy y volvió a insistir en su «mantra»: se adoptará el euro sólo si «las condiciones económicas» son las adecuadas y si sirve al interés nacional. «En principio apoyo la adhesión a la moneda única. En términos prácticos, tenemos que asegurarnos de que todas las condiciones son las adecuadas», indicó Gordon Brown en un programa de la BBC. «Se trata de la evaluación más rigurosa y exhaustiva que ha hecho el Ministerio de Economía sobre un asunto económico» y «en el foco está el interés económico nacional para el futuro», dijo Brown. La decisión del Tesoro británico se produce tras el análisis de cinco requisitos económicos que fijó en 1997, plasmados en 1.800 páginas, acerca del posible impacto de la adhesión al euro sobre la inversión, la industria de servicios financieros y el empleo. Esos documentos serán dados a conocer hoy antes de que, sobre las 14.30 GMT, Brown haga su esperada intervención ante los Comunes. Según las encuestas, dos tercios de la población británica se oponen a una rápida introducción del euro, mientras el sector empresarial está fuertemente dividido. Entre las partidarias figuran las grandes industrias, que argumentan que la moneda única facilitará las exportaciones a Europa, destinataria del 60% del comercio global del Reino Unido. Mientras, las empresas detractoras, entre las que se encuentran sobre todo las pequeñas firmas, opinan que la adhesión al euro puede desestabilizar la economía y fomentar un tipo de cambio excesivamente variable con el dólar. El apasionado debate nacional se ha visto aderezado con la supuesta diferencia de criterio de Blair, especialmente partidario de la introducción de la moneda única, y Brown, más «euroescéptico». Según el influyente Financial Times , Blair y Brown han acordado publicar en otoño un borrador de legislación que permita celebrar una consulta popular en el Reino Unido antes de las próximas elecciones generales, en 2005 o 2006.

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