La jornada de huelga deja a Francia sin transporte público

El primer ministro francés, el liberal Jean Pierre Raffarin, defendió ayer la reforma de las pensiones por «necesaria, sabia, justa, equitativa y social» en el inicio de su tramitación parlamentaria. Sin embargo, los transportes públicos volvieron a estar al borde de la parálisis en todo el país en la sexta jornada nacional de movilización sindical contra el proyecto gubernamental. La protesta, pese a su declive, también registró paros en la educación, la banca, correos, telecomunicaciones, autopistas, sanidad y recogida de basuras. La Internacional y La Marsellesa resonaron ayer en la Asamblea Nacional francesa. Los diputados comunistas y de centroderecha saludaron de esa atípica manera el discurso de Raffarin que marcó el inicio de la etapa parlamentaria de la reforma. El Gobierno tiene garantizada la aprobación gracias a su mayoría absoluta en la Cámara de los diputados y en el Senado. Pero el debate puede prolongarse a lo largo del verano debido a las cerca de 10.000 enmiendas presentadas por la oposición de izquierdas. El primer ministro defendió «una reforma de seguridad nacional, que va a salvar el régimen por reparto y nuestras pensiones» ante el «cambio demográfico» ligado al envejecimiento de la población. «El coraje de hoy no es retrasar, reprochar o constatar sino actuar para que el modelo francés encuentre en la reforma su salvaguardia», proclamó. «Nuestro pacto social no será salvado por el inmovilismo», añadió persuadido de que «la estrategia del avestruz es la más culpable frente a nuestro deber de padres y de responsables electos». Raffarin, quien dijo emplear «el lenguaje de la verdad», aseguró que el proyecto de ley permitirá recaudar más de 18.000 millones de euros de los 43.000 millones necesarios para financiar el sistema en el 2020. Además insistió sobre su «equidad», ya que el período de cotización para tener derecho a una pensión completa pasará para los funcionarios de los 37,5 años actuales a 40 de aquí al 2008; a 41 años para todos (público y privado) en el 2012 y a 42 años en el 2020. Los transportes ferroviarios, terrestres, marítimos y aéreos fueron otra vez los sectores más afectados por la protesta sindical pese al manifiesto retroceso experimentado por su seguimiento.