La bajada de carburantes y turismo situó la inflación nacional en el 2,7%

Los precios de consumo bajaron en mayo una décima, gracias al descenso de los carburantes y de los servicios turísticos, una vez concluidas las vacaciones de Semana Santa. Estos impactos, y el mal dato de ese mes en el 2002 -entonces se encarecieron cuatro décimas, mucho más de lo previsto- permite rebajar la inflación anual al 2,7%, el mismo nivel de los dos meses finales del 2001. En lo que va de año, los precios han subido el 1,2%. Aunque sigue distante el objetivo marcado por el Banco Central Europeo, un techo del 2% en el aumento de precios, el Gobierno ha celebrado el recorte de la inflación, que el Ministerio de Economía ya había previsto para este primavera, entre otras cosas, por el descenso del crudo y el «efecto escalón» de la comparación con el año anterior. Resulta significativo, además, que la inflación subyacente, que refleja la variación de los precios menos volátiles, al excluir alimentos no elaborados y energéticos, haya experimentado un descenso de tres décimas, para quedar en una tasa anual del 3%. El vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, calificó el dato de mayo como «buena noticia», por cuanto significa que se está más cerca del cumplimiento de los objetivos de inflación previstos, y esa aproximación se va a seguir produciendo. El descenso de la inflación, observó, es un elemento más del horizonte de estabilidad de la economía española, favorable para las expectativas de empresas y familias. El responsable económico aprovechó la ocasión para instar a los agentes sociales a la moderación de salarios, en el caso de los trabajadores, y de los márgenes empresariales. Con criterios europeos, los precios también bajaron en España una décima en mayo, y la tasa de inflación anual queda idéntica a la nacional, el 2,7%. Los datos conocidos de otros países permiten anticipar una reducción del diferencial de inflación con la media de la zona euro.