«León ha sido la puerta de entrada del Sabadell al resto de la comunidad»

Hombre pausado y tranquilo, José Oliu, economista desde 1971 que nació en la ciudad del banco que preside desde el 21 de diciembre de 1999 hace 54 años y estudió en Estados Unidos, analiza basándose en su experiencia la situación económica internacional y asegura que hay que ser prudentes, pero que el momento económico es bueno. -¿Sigue siendo bueno entrar en bolsa? -Desde luego que sí, todavía es buen momento para estar en bolsa, cuando no lo era fue cuando todo el mundo estaba ahí y las acciones tenían un precio muy elevado. -¿Parece que estos buenos augurios no llegan al público en general porque no invierte? -Sí, pero porque existe una incertidumbre general sobre cuál va a ser el sentido de la economía a nivel mundial. De cara al último semestre de este año existen diversidad de opiniones, entre los que creen que habrá un relanzamiento de la economía a nivel mundial y los que opinan todo lo contrario, incluso que se entre en un periodo de recesión y deflación. -¿Cómo se analiza entonces esta situación? -Esto lo único que significa es que nos encontramos ante unas circunstancias económicas muy peculiares con un mundo muy globalizado, donde lo que ocurra en nuestro país no depende sólo de nosotros, sino de las dos o tres economías más fuertes y relevantes del mundo: americana, francesa y alemana. En estos momentos, tenemos una economía muy expansiva que deberá dar sus frutos y cuando se produzca la mejora, el repunte, éste puede ser brutal. -Ante este momento de cierto compás de espera hasta ver hacia donde va la economía, ¿cómo se debe actuar? -Lo más lógico es mantener cierta prudencia, tanto en relación con la bolsa como en el tema de los negocios. De cualquier forma, el riesgo está ahí y existe, pero debemos ser optimistas en la vida y pensar que la recuperación llegará. -¿Y España qué situación mantienen en esta economía globalizada? -Nuestro único desasosiego es el mal momento de los países como Francia y Alemania, que son nuestros pincipales clientes, pero nuestra situación es muy optimista. La única pega que tiene España son los bajos tipos de interés, muy expansionistas con lo que pueden provocar un crecimiento de la inflación, principal problema de España. Lo que está claro es que los tipos de interés bajos son perjudiciales para nuestro país, porque esta política monetaria muy expansiva pudiera llegar a provocar una burbuja inmobiliaria o en los activos. El mundo económico real español es muy sano y si algo hay que agradecerle al Gobierno es que haya sido capaz de entenderlo y no estropearlo. -¿Ha contribuido en algo a esa buen estado del mundo económico español el déficit cero? -Lo mejor que se puede decir del déficit cero es que realmente con la inflación que presenta nuestro país y la política económica expansiva no se puede hacer otra cosa y, desde el punto de vista técnico, es una buena política económica. -¿Cómo se mueve la banca en este marco económico? -La situación de la banca hoy día es muy difícil por la bajada de los tipos de interés hasta niveles del 2%, lo que repercute negativamente en su cuenta de resultados. Por tanto, debemos adaptarnos a una situación que nunca pensamos se pudiera producir y que llevaría consigo una falta de rendimiento de los bancos, algo que no ha sido así del todo, pero sí es verdad que hoy las entidades bancarias son mucho menos rentables de lo que fueron. -¿Cuáles son las perspectivas de cara a los próximos años? -Muy difíciles, sobre todo en el próximo año y medio en el que se prevé que subsistan estos bajos tipos de interés. Sólo la competitividad, fruto de unos costes y servicio ajustados, podrá mantener a los bancos en situación de competir. La verdad es que este riesgo se compensa con un periodo «dulce» con respecto a la morosidad, a pesar de todos los augurios de recesión, el índice de morosidad bancaria está en los niveles más bajos de la historia. -Centrémonos en el Banco Sabadell, ¿han conseguido ya el objetivo de estar en la primera división de la banca española? -No, no estamos en esa primera división, pero sí somos aspirantes y simplemente nos falta algo de tamaño en algunas comunidades de España, concretamente en el País Vasco, Galicia y Andalucía. Ahora bien sí estamos en la primera división en banca de empresas, donde el Sabadell ha crecido mucho y bien y somos el referente junto al BBVA y al BSCH. -¿Y para cuando la entrada en el Ibex? -Continúa siendo un reto que todavía no se ha resuelto y dependerá del movimiento que tengan las acciones que, hoy por hoy, es más bien poco, a pesar de que existe un «cash-flow» y un «free-flow» de casi un 70%, pero son inversores a largo plazo que no mueven la acción, es decir que en el Banco Sabadell no existen los inversores especulativos que son los que crean mercado. Desde luego, si el banco tiene éxito en su plan industrial de expansión en banca de empresas y comercial, tarde o temprano hará falta hacer una ampliación de capital y ahí será el momento de entrar en el Ibex. De cualquier forma, esto no sucederá en ningún caso hasta finales del 2004, que es cuando finaliza nuestro plan de expansión que está fijado en tres años, del 2002 al 2004. -¿Qué nivel de implantación tiene el banco Sabadell en León y en el resto de la comunidad? -Realmente podemos decir que en León contamos con un nivel importante de implantación, que desde luego pretendemos mejorar y ampliar. Se puede decir que León ha sido nuestra puerta de entrada al conjunto de Castilla y León y, por este motivo, además de seguir potenciando y creciendo en León, el paso siguiente pasa por reforzar mucho más nuestra presencia en el eje Valladolid, Palencia y Burgos. -Por último, Sr. Oliu, ¿le queda algún sueño por cumplir, profesionalmente hablando? -La verdad es que en estos últimos años me estoy replanteando nuevos sueños con el Banco Sabadell. De cualquier forma, mi sueño es conseguir que el Sabadell sea el tercer banco de España, por detrás del BBVA y del BSCH. La situación de la banca a día de hoy es realmente difícil, por los bajos tipos de interés Al Sabadell sólo le falta algo más de tamaño en ciertas comunidades para entrar en la primera división de la banca nacional