Rato reconoce que recibió trato especial por parte del HSBC
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, reconoció ayer martes que recibió un trato «especial» del Hong-Kong and Shanghai Bank Corporation (HSBC) por su cargo político, pero aseveró que desconocía este extremo hasta hace pocas fechas. Aunque el posible candidato a la sucesión en el PP se esforzó por negar que tenga una cuenta propia en la citada entidad y, mucho menos que haya mantenido relaciones con la polémica agencia de valores Gescartera, buena parte de la oposición aún ve «sombras» en su actuación dentro de este caso. Durante una comparecencia maratoniana en la comisión de Economía del Congreso de los Diputados (marcada por las prisas por su viaje, a media tarde, a Rusia para participar en un foro internacional de comercio), Rato dijo que su única relación con el HSBC es ser accionista, junto a sus hermanos Ramón y María Angeles, de la sociedad patrimonial Muinmo, que recibió un crédito de tres millones de euros procedente del banco citado en diciembre del 2000. Según el PSOE, ese préstamo fue obtenido en condiciones ventajosas, dado que la situación personal de la empresa afectada le impedía devolver el dinero en los plazos fijados. Ninguna ventaja Para reforzar sus argumentos, Rato sostuvo que la calificación de cliente especial otorgada por el HSBC no le ha aportado ventaja alguna, «sino más bien al contrario». Así, según el ministro, se le han aplicado unas condiciones de transparencia mayores (como recomienda la normativa financiera internacional) por ser una persona «políticamente expuesta», los movimientos de la cuenta de Muinmo han estado más controlados y no se han obtenido más facilidades en el crédito solicitado. Para el vicepresidente segundo, el tiempo ha demostrado que a pesar de la insistencia de la oposición -«no ha habido precedente de crédito particular que sea objeto de tantas preguntas», apuntó- no se ha demostrado irregularidad alguna en su actuación. Sin embargo, lejos de mostrarse satisfechos con estas explicaciones, la mayoría de los grupos de la oposición censuraron su comportamiento y anunciaron nuevas medidas de control parlamentario.