Telefónica quiere aplicar el ajuste laboral más abultado de la historia

Los trabajadores de Telefónica llevaron a cabo ayer a un paro de cuatro horas por turno en protesta por el Expediente de Regulación de Empleo que supondrá la supresión de 15.000 puestos de trabajo.Telefónica de España ha planteado un ajuste laboral de 15.000 trabajadores --el mayor de la historia económica reciente-- para no perder el tren de la modernización tras el abandono del monopolio iniciado en 1924. Conserva el puesto de operador dominante, pero tiene claro que la competencia acecha en un segmento del mercado en el que ha de esforzarse cada día por no perder cuota frente al arrollador avance de la telefonía móvil. Desde los sindicatos se plantea que «echar trabajadores a la calle» no es la solución al conflicto y se cuestiona una gestión equivocada. Recuerdan que el grupo Telefónica es bastante más que un tradicional operador de telecomunicaciones, y evocan oscuros episodios como la era Villalonga, las multimillonarias opciones sobre acciones o el «pinchazo» bursátil de Terra. Algunas de las dudas suscitadas hallan respuesta en el propio expediente: 1 ¿Por qué plantea Telefónica 15.000 despidos en su filial de servicios fijos? Para hacer frente al empeoramiento económico y al comprobar el alto nivel de endeudamiento de los operadores. Además, se muestra consciente del incumplimiento de las expectativas, de la caída de los precios y de la incertidumbre de futuro. Ha empezado a sentir el aliento de la competencia en el cogote. En 2002 cayó un 4% el tráfico de voz. En 2003, Telefónica tendrá 17,4 millones de líneas fijas frente a 1,5 millones de los cableoperadores; en 2006, Telefónica habrá bajado a 14,8 millones de líneas fijas, y los otros operadores llegarán a 3,5 millones. Sus costes de personal, que llegarían a 2.522 millones en 2006 (frente a los actuales 2.196 millones de este año), podrían colocar la rentabilidad por debajo de los costes de capital establecidos por el regulador para este sector, que son base de cálculo para los precios de la interconexión. 2 ¿Es la única compañía que ha recortado empleo? No. Entre los ajustes que más han llamado la atención figuran BT que tiene un plan a tres años para reducir 6.000 empleos, Deutsche Telekom, que eliminará 55.000 empleos hasta 2007; y France Telecom que prevé un recorte de 13.000 puestos. 3 El anuncio ¿puede ser una medida de presión al Gobierno? Será al menos un recordatorio de su compleja situación. Telefónica aprovecha la ocasión para lamenta tener que seguir soportando el peso de gran parte de la infraestructura de la red de comunicaciones que presta servicio a otras empresas y garantizar el servicio universal sufragado indefinidamente por su cuenta de resultados. La compañía demanda la liberalización de los precios del servicio fijo. Mientras, todavía tiene que comunicar las rebajas que aplica. Ante esta situación, argumenta que las ganancias de productividad se las lleva la competencia. Así, los operadores alternativos no invierten. Prefieren «alquilar» la red de Telefónica y pagar por su uso. No contentas con ello, las competidoras han pedido que Telefónica rebaje su cuota un 5% cada año, que no pueda recuperar clientes hasta transcurridos ocho meses de su «fuga», que ceda a terceros el 25% de su «bucle de abonado», y que las sanciones al operador dominante puedan llegar al 20% de su facturación. 4 ¿Cuánto le cuesta? Verbalmente ha anunciado poder pagar 3.000 millones de euros. Esta cantidad, supone una media para cada trabajador que se incline por abandonar el empleo de unos 200.000 euros. El expediente de regulación anterior data de 1999 y afectó a unos 11.000 trabajadores. Entonces se plantearon bajas incentivadas y prejubilaciones desde los 52 años. Los afectados conservaron el 70% del salario hasta los 62 años y el 40% del sueldo entre los 62 y los 65 años, y recibieron los completos correspondientes. Tuvo aceptación generalizada entre los trabajadores. Ahora, la compañía ha anunciado que no piensa repercutir costes en las arcas públicas. La «desvinculación» no es una prejubilación. En la baja incentivada, el trabajador cobra de una sola vez y por adelantado la cantidad pactada en el momento del despido; en la desvinculación voluntaria, se le ofrece un plan de rentas mensual, lo que tiene ciertas ventajas fiscales. No obstante, los dos años de paro que cobren los afectados serán con cargo al Instituto Nacional de Empleo. Y los trabajadores que los agotan bajarán su contador a cero y se quedarán sin tiempo cotizado por si quieren volver al mercado laboral. 5 ¿Qué beneficios le reporta? El grupo Telefónica cerró 2002 con unas pérdidas récord de 5.576,8 millones de euros, a causa de los saneamientos de las operaciones UMTS en Europa. En España ganó 807,9 millones de euros. Sus costes fijos son el 70% de 3.750 millones de euros. Las nuevas tecnologías apenas requieren puestos de trabajo y no ocupan sitio. Permiten prescindir del personal laboral, se abaratan con rapidez y avanzan a pasos agigantados. Telefónica tenía 74.340 empleados en 1993 y pretende cerrar 2007 con menos de 25.650.