El sindicato CGT asegura que la empresa necesita contratar más mano de obra

La interpretación que hace el sindicato CGT sobre el ajuste de plantilla de Renfe es muy diferente a la ofrecida por la dirección CC.?OO. y UGT. No en vano, considera que los recortes son inadmisibles porque falta mano de obra en Renfe. Como prueba de esta situación, alude a «los más de dos millones de horas extraordinarias realizadas entre enero y octubre del 2001, según los últimos datos facilitados por la empresa». Y esa carencia conlleva «la externalización de cargas de trabajo, el cierre de talleres y estaciones, modificación de las condiciones laborales y constantes incumplimientos de la normativa vigente». La CGT aprovecha la ocasión para exponer que «los despidos colectivos se están convirtiendo en la tónica en nuestra sociedad laboral». El sindicato recuerda que «incluso empresas con superávit como Telefónica o Iveco están recurriendo a esta destrucción de empleo para aumentar sus beneficios». Sin embargo, Vicente Calado, miembro de UGT, asegura que «los constantes recortes también obedecen a que Renfe, creada en 1941, ha sido durante mucho tiempo un «cajón de sastre» que llegó a contar con una plantilla de 72.000 empleados». Del mismo modo, y también según Calado, «hay que tener en cuenta que la distribución geográfica de su personal es muy poco razonable». Aunque tampoco hay que dejar de lado que sobre Renfe planea la privatización. El proceso no se iniciará a corto plazo, pero requiere que, llegado el momento, la empresa sea rentable y cuente con la plantilla adecuada para ello.