La tabaquera transvasará la actividad de producción de cigarros y puros de Cádiz a Cantabria
Altadis reajusta su plantilla en 743 empleos y el cierre de dos plantas
El coste total estimado del plan ronda los 240 millones de euros al año a partir del 2006
El grupo tabaquero hispano francés Altadis anunció ayer la puesta en marcha de un nuevo plan industrial, continuidad del que cerraron a finales del año pasado, que plantea un recorte laboral de 743 trabajadores, el cierre de dos plantas más en España -Sevilla y Tarragona y el trasvase de la actividad de producción de cigarros-puros de Cádiz a la fábrica de Cantabria. En el caso francés, el plan de reestructuración prevé el cierre de la fábrica de cigarrillos de Lille, la planta de proceso de materias primas de Tonneins y la unidad técnica de Dijon, lo que supondrá un recorte laboral de 533 trabajadores franceses y coloca el excedente laboral total en 1.276 personas y seis centros productivos afectados. Desde la entidad se justifica este nuevo ajuste productivo y laboral --que se iniciará en enero de 2004 y se prevé cerrar en el verano de 2005-- en la mayor competencia que ha surgido en el sector a nivel internacional y la bajada del consumo de tabaco, que obliga a reordenar todos los costes de producción y centralizar en las plantas más eficaces cada línea de producto. El planteamiento pasa por centralizar en la nueva fábrica de Alicante toda la actividad productiva de cigarrillos negros que realiza el grupo, de forma que se le trasvasará la producción que se hacía en los centros de Sevilla y de Lille. Se ha elegido una planta española porque la venta de tabaco negro, que se recorta cada año paulatinamente, es mayor en España (Ducados y Habanos) que en Francia (Galoisses). De la misma manera, la producción de cigarrillos rubios en España se centraliza en la planta modernizada de Logroño, que absorbe toda la actividad de Tarragona. En el caso de Cádiz, no se cierra el centro productivo de liga , pero se trasvasará en el primer trimestre de 2004 a la nueva fábrica de Cantabria su parte de producción de puros, que queda de esta forma unificada, con en el caso del rubio y el negro. La pretensión de los responsables de Altadis es llevar a cabo un ajuste laboral ordenado y pactado con los sindicatos, de la misma manera que se hizo en el anterior plan de ajuste, en el que se cerraron hasta ocho plantas productivas en España de mutuo acuerdo con los trabajadores -tras muchas negociaciones locales y con conversión de los centros a nuevas actividades. En principio, se pretende llevar a cabo el máximo número posible de traslados, de forma voluntaria, de forma que el número total de trabajadores afectados por el plan en España puede elevarse a 977, entre bajas y traslados, y en Francia puede llegar a los 701, según las estimaciones del grupo. La pretensión es ofrecer bajas indemnizadas a los trabajadores de los centros afectados partir de los 56 años, con facilidades de acceso a la jubilación. El coste total de ese plan social se calcula en unos 240 millones de euros, y se llevaría a cabo de forma paralela a actividades de reactivación económica de las zonas a las que se retira la actividad productiva, con proyectos que generen empleo o iniciativas locales de cualquier tipo. Ese coste social del ajuste contrasta con los ahorros estimados del plan, que se prevén en unos 70 millones de euros al año a partir del 2006, «acumulables y recurrentes», según señalaron fuentes no oficiales consultadas. El ajuste en Francia es mayor, dado que Lille, además de perder toda su producción de cigarrillos (que pasa a España, en el caso del tabaco negro, y a Nantes, el rubio), perderá también su centro regional de distribución, muy afectado por el comercio transfronterizo de la zona. Toda la estructura logística de la empresa en Francia será reorganizada para paliar el sobredimensionamiento de que adolece.