El fracaso de las empresas agrícolas acaba con el 33% de los autónomos

? España ha perdido una tercera parte de sus emprendedores en las dos últimas décadas a causa del fracaso de las empresas dedicadas al sector agrícola, de forma que en el año 2000 representaban el 16% de la población activa del país. Así se refleja en un estudio realizado por la Fundación BBVA en colaboración con varios docentes de las universidades de Barcelona y Zaragoza, donde no obstante también se señala que las empresas familiares producen dos terceras partes de la actividad económica nacional, lo que a su vez se traduce en que dan empleo a seis de cada diez trabajadores. El informe elaborado por los profesores Carmen Galve y Vicente Salas apunta que sólo una tercera parte de ese tipo de empresas logra pasar el examen del primer relevo generacional y, a su vez, apenas la mitad de ellas llega hasta la tercera generación. El motivo de estos niveles tan reducidos se halla en un error extendido entre muchos de los propietarios de las sociedades familiares, quienes consideran la sucesión como un hecho puntual y no como un proceso que debe ser estructurado. Este problema es compartido por otros estados de la UE, como Francia e Italia, donde la salida al mercado bursátil se ve más como un riesgo. De acuerdo con el trabajo de campo realizado por los citados docentes, que abarca desde 1980 hasta 2000, en ese tiempo han «tirado la toalla» alrededor de 750.000 empresarios autónomos, si bien la mayoría de ellos no tenía trabajadores a su cargo. Las malas perspectivas de negocio en el campo español, acentuadas con el paso de los años y el incremento de la competencia por parte de otros países europeos, han contribuido de forma decisiva a que el número de emprendedores haya caído un en los últimos veinte años casi un 7%. Como compensación, la proporción de empresarios con asalariados ha crecido un punto porcentual en ese mismo período, llegando en 2000 al 5% de la población activa (el 6,8% si se añaden los directivos). Lo que sí ha disminuido en las dos últimas décadas es el número de trabajadores por cuenta ajena, lo que se explica por el hecho de que en las compañías familiares haya aumentado la importancia relativa del sector servicios y de la construcción en detrimento de la industria. La importancia de las empresas familiares se evidencia por el hecho de que representen ya el 71% del total que actúan en España, algunos estudios elevan esa cifra hasta el 90% en función de la extensión de las sociedades de tamaño pequeño, y den trabajo al 62% de los trabajadores en activo.