El avance del PIB se fundamentará en la fortaleza del consumo doméstico del año que viene
El Gobierno recorta el crecimiento al 2,3% y aplaza conseguir el 3%
Consumo e inversión dejan la demanda interna española con un avance del 3,1% para este año
El Gobierno anunció oficialmente ayer un recorte de siete décimas en su previsión de crecimiento del 3%, para dejarla en el 2,3%, en línea con lo que todos los analistas y agentes económicos le habían advertido desde que lo anunció, hace ahora un año. El vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, justificó la decisión en la prolongación de la desaceleración económica mundial en 2001 y todo 2002, que hace de este ejercicio un año de transición hasta que, en 2004, se vea con claridad la recuperación económica en Europa. Rato aseguró que «no hay ninguna duda de que la economía está en una senda de recuperación en todos sus parámetros», si bien explicó que la base de ese avance para este año y el que viene seguirá siendo la fortaleza del consumo privado, en un entorno de bajos tipos de interés y más empleo, aunque esta vez complementada por la vuelta al crecimiento de la inversión en bienes de equipo y del comercio exterior. El empleo es el único dato que no se ha revisado en las previsiones macroeconómicas del Gobierno, que se congratula de mantener un crecimiento de 280.000 nuevos puestos este año, con datos de Contabilidad Nacional (un puesto es igual a ocho horas de trabajo) o 390.000 si se mide según la EPA (número de puestos creados declarados en la encuesta). Esos niveles suponen un aumento del empleo del 1,8%, que se mantendría en 2004. El aumento del consumo de los hogares españoles se estima para 2003 en un 2,8%, casi un punto más que el año pasado, aupado por la rebaja fiscal, la caída de los tipos de interés y la generación de rentas que produce la creación de empleo. La Administración moderarán su gasto a un 3,2% (seis décimas menos que en 2002) de forma que el consumo final acabará en un 2,9% de avance. A esas previsiones se les une una inversión que crecerá a un ritmo del 3,3%, fundamentada sobre una recuperación definitiva de los bienes de equipo, para los que el Gobierno estima una progresión anual del 2,8%, lo que supondría abandonar los casi cuatro años de caída que acumulan con una fuerte progresión anual de cinco puntos.