Las regulaciones de empleo afectan ya en España a más de 29.000 trabajadores

La oleada de despidos que lleva meses sacudiendo a las plantillas de un buen número de empresas de Estados Unidos y Europa ha llegado hasta las puertas de las compañías españolas. Sólo en los primeros cuatro meses de este año, se han registrado en el Ministerio de Trabajo 1.744 expedientes de regulación de empleo -154 más que en el mismo período del 2002-, que afectan a 29.202 trabajadores. De ellos, ya han sido autorizados un total de 1.633, que aglutinan a 26.903 empleados. La ralentización económica, la introducción de nuevas tecnologías, el aumento de la competencia, los procesos de fusión y la búsqueda del ahorro de costes mediante el traslado de producción a otros centros son algunas de las razones que explican la proliferación de estos despidos masivos. Los analistas del mercado laboral subrayan que los expedientes de regulación de empleo (ERE), las bajas incentivadas y las prejubilaciones anunciadas por las empresas españolas en los últimos meses constituyen una segunda fase en el proceso de recorte de puestos de trabajo, ya que el primer ajuste llegó de la mano de la no renovación de los contratos temporales. Una vez agotada esta vía, las compañías han empezado a aplicar la tijera a la plantilla compuesta por personal fijo. Récord Las reestructuraciones afectan a casi todos los sectores, aunque con especial intensidad a los relacionados con las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías. Telefónica encabeza la lista, con una cifra récord de 15.000 puestos de trabajo, que aún no figura en las estadísticas del Ministerio de Trabajo, cuyos datos más recientes corresponden a los cuatro primeros meses del año. Paralelamente a estos ajustes de plantilla, continúa el proceso de prejubilaciones en la gran banca. Las previsiones apuntan a que unos 2.700 trabajadores mayores de 51 años del BBVA y el SCH se sumen este año a estos programas. En estos casos, el coste del ajuste es asumido en su totalidad por las entidades financieras. Además, algunos de los grandes del automóvil han puesto en marcha recientemente expedientes de suspensión temporal de empleo para adaptar su producción a la caída de la demanda a la que se enfrenta el sector. Es el caso de Seat y también de Ford, aunque esta última anunció el pasado 24 de julio que suspendía la tramitación del mismo ante el «mayor requerimiento de motores I4 para el nuevo modelo del monovolumen Cemax». Fuentes sindicales aseguran que la mayoría de los expedientes se presentan después de que los responsables de la empresa hayan alcanzado un pacto con los representantes de los trabajadores. Ahora bien, puntualizan que en los ajustes de plantilla llevados a cabo por las pequeñas y medianas empresas (pymes), los empleados no se marchan con los mismos incentivos a la prejubilación que logran los trabajadores de las grandes compañías. El propio secretario general de UGT, Cándido Méndez, se refería recientemente a esta situación, asegurando que, en estos casos, «son despedidos y se van con la indemnización monda y lironda». La o