La huelga del metal y la fuerza del euro?llevan a Alemania a la recesión

El vigor del euro, que encareció las exportaciones alemanas, pilar del poderío económico del país, y una fracasada huelga de varios miles de trabajadores del sector metalúrgico en el este, convocada para trabajar tres horas menos a la semana, provocaron en el segundo trimestre del año una contracción de un 0,1% del PIB con respecto al primer trimestre. Este retroceso hundió a la primera potencia económica de Europa en la recesión, por segunda vez en dos años. El impacto del informe difundido por la Oficina Federal de Estadísticas se vio contrarrestado por varias declaraciones de expertos económicos y de autoridades del gobierno federal, que destacaron que a pesar del desarrollo negativo de la economía registrado en la primera mitad del año, el país se encuentra inmerso en un lento proceso de recuperación que se consolidará en el último trimestre. El informe sobre el estado de salud de la economía alemana fue dado a conocer 24 horas después de que el gobierno federal aprobara un ambicioso plan de reformas destinado a dinamizar la economía del país. Pero el paquete de reformas debe ser negociado con la oposición para que las leyes puedan entrar en vigor el próximo año. «La fortaleza del euro y la crisis económica mundial frenaron el crecimiento de las exportaciones» señaló el Instituto Federal de Estadísticas, al identificar las causas de la nueva contracción del PIB. «El declive de las exportaciones fue superior al de las importaciones, una diferencia que no pudo ser compensada con el leve aumento del consumo interno». La fracasada huelga de los trabajadores metalúrgicos en el este del país también influyó en el retroceso económico. El conflicto obligó a los gigantes de la industria automotriz, como Volkswagen, BMW y Mercedes Benz, a paralizar la producción de sus principales modelos, una medida que también repercutió en la caída de las exportaciones. Varios analistas de Francfort advirtieron que la apreciación del euro con respecto al dólar impedía la recuperación económica en Alemania y en el resto de la zona euro, al encarecer las exportaciones de los doce países y en especial las de Alemania. Aunque ningún experto pone en duda que una economía entra en recesión cuando registra descensos de la actividad productiva durante dos trimestres consecutivos, el canciller Gerhard Schröder y su superministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, negaron que Alemania se encuentre inmersa en este proceso. La zona euro se estanca El Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro también se estancó en el segundo trimestre respecto al primero y creció únicamente el 0,4% en la comparación interanual, según las primeras estimaciones difundidas ayer por Eurostat, la oficina europea de estadísticas. La difusión de este dato coincidió con la mencionada difusión, por parte de Alemania y también de Holanda, de que sus respectivas economías han entrado en recesión, al experimentar retrocesos durante dos trimestres consecutivos. Mientras que días atrás Italia divulgó datos provisionales que colocan a este país en la misma situación. La debilidad económica se extiende por el continente, mientras las autoridades políticas y monetarias, y hasta los institutos privados, se esfuerzan por extender la idea de que el retroceso de la actividad ha tocado fondo, y la recuperación tantas veces anunciada se va a producir en breve.