León es la provincia de la comunidad en la que más se encarece la vida

La economía española acelerará su crecimiento en los próximos meses, al tiempo que se modera la inflación, y todo apunta a que el largo periodo electoral que concluirá con los comicios del próximo marzo se producirá con el viento a favor. Mientras media Europa se declara en franca recesión, dos trimestres consecutivos de retroceso de la actividad, el Instituto Nacional de Estadística confirmará dentro de un par de días que el Producto Interior Bruto de España aumentó en torno al 2,2% en el segundo trimestre del año. Es una tasa inferior al potencial de crecimiento de la economía española, pero relativamente próxima al objetivo revisado del Gobierno para el conjunto del ejercicio: primero se marcó el 3%, y ahora prevé el 2,3%. La inflación repuntó hasta el 2,8% en julio, y podría seguir en ese nivel, pero el avance de datos de Eurostat en agosto ya confirma el tirón de los precios en la zona euro, y la probable reducción del diferencial. En la evolución del Índice de Precios de Consumo español de los próximos meses incidirá de forma positiva el efecto escalón , es decir, la comparación con el segundo semestre de 2002, cuando se dispararon los precios. En este marco, y con el área económica del Gobierno plenamente dispuesta a apoyar la candidatura de Rajoy por el PP a los comicios de marzo, se van a dar en los próximos días los ajustes finales del proyecto de ley de Presupuestos. Las principales partidas de gasto crecerán en línea con el ritmo de expansión económica, y si la inversión se va a ver potenciada, será en partidas muy concretas que no supongan una desviación del objetivo de equilibrio presupuestario (como es el caso de las deducciones a la investigación y el desarrollo, por ejemplo). En consecuencia, el grueso de los capítulos se moverán en la horquilla del 2% al 4%, con la seguridad ciudadana y defensa entre otros protagonistas. Los grandes proyectos de infraestructuras no rentan políticamente en el corto plazo, y la pauta del Presupuesto del Estado para el ejercicio 2004 se limitará al cumplimiento de los compromisos plurianuales. Mensajes electorales Pero el año electoral viene marcado por otros mensajes, de menor coste que las inversiones públicas y que los ministros económicos han empezado a vender como consecuencia de unas políticas de largo plazo. Así se explican los anuncios de congelación de las tarifas telefónicas y de los impuestos especiales y el aumento inferior al 2% del recibo de la luz. El mantenimiento de la fiscalidad de los hidrocarburos, una decisión nada excepcional, que se ha tomado en muchos Presupuestos responde a la conveniencia de no acentuar el peso del encarecimiento del petróleo sobre la inflación. Por otra parte, se recauda prácticamente lo mismo con un consumo sostenido, mientras la subida del tributo deprime un poco la demanda, al menos en el corto plazo. A las Autonomías les ha chocado, además, que el ministerio de Hacienda anuncie sus intenciones acerca de un impuesto en parte transferido. Por otra parte, el recibo de la luz subirá menos del 2% el próximo año, en aplicación de la planificación plurianual pactada con las compañías, y, para iguales consumos, se mantendrá sin cambios la factura del teléfono. Las tarifas del teléfono fijo han bajado desde la apertura del servicio a la competencia en 1998. En 2003 se aplicó una subida superior al 8% en la cuota mensual de abono, la congelación de las llamadas urbanas y un recorte promedio del 2% en el resto de los precios intervenidos (llamadas provinciales, internacionales y de fijo a móvil).