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Publicado por
León

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LAS CIRCUNSTANCIAS políticas han convertido en polémica la interpretación de las cifras de crecimiento económico. Para unos las cifras de crecimiento económico que ayer publicó el INE sirven para confirmar que la economía española ya «está recuperándose». Para otros significan que los desequilibrios cada vez son mayores y que la diferencia de crecimiento para con el resto de la UE sólo se basa en la expansión de los sectores menos expuestos a la competencia internacional mantenida gracias a unos tipos de interés anormalmente bajos. Acerca de esta polémica no cabe esperar mucha ayuda de las cifras del INE, sujetas como están a profundas revisiones: en mayo pasado el INE dijo que la inversión en bienes de equipo había crecido un 0,9% y ahora dice que en realidad fue de un 2,9% o que el crecimiento de las exportaciones de servicios había sido, durante el primer trimestre, de un +1,1% y ahora dice que en realidad fue del -0,6%. Igual desorden sucede con las enormes revisiones habidas en el crecimiento de la oferta de servicios «no de mercado», en la inversión en construcción o en impuestos netos. No es lógico que si Francia y Alemania están creciendo por debajo del 1% nosotros mantengamos mucho tiempo crecimientos a ritmos que duplican esa cifra. Los optimistas dicen que esa «resistencia» es debida al efecto de las reformas realizadas en el mercado de trabajo, las rebajas de impuestos y del margen de actuación que proporciona la estabilidad presupuestaria. Los pesimistas dicen que esa «resistencia» es sólo producto de la política monetaria única y que la economía española siempre ha estado retrasada en el ciclo europeo.