Telefónica, Amena y Vodafone alegan que no hay terminales en el mercado para dar el servicio
La falta de demanda retrasa tres años el móvil de última generación
Los operadores dicen que el lanzamiento «precomercial», no obstante, se realizará a finales de este año
Grandes expectativas, inversiones millonarias y, a la hora de la verdad, nada concreto. Así es como puede resumirse lo acontecido con lo que ha dado en llamarse la telefonía móvil de tercera generación o UMTS. Después de que el Gobierno concediera en el año 2000 las cuatro licencias que permitían operar con esta tecnología y asegurara que España sería uno de los primeros países en disfrutar de sus innovadores servicios, a fecha de hoy nadie sabe con certeza cuándo podrá hacerse uso de forma efectiva de un móvil UMTS. Y eso que en Austria, Gran Bretaña, Suecia e Italia ya está operando 3G, una de las marcas que ha obtenido derechos para proporcionar servicio en un gran número de países europeos. Sin embargo, la acogida en estos mercados deja bastante que desear. Sus abonados no llegaban a 200.000 a comienzos de julio, una cifra muy alejada de los 980.000 que se preveían para finales de año, según la asociación de usuarios de comunicaciones móviles (AE-COMO). Las esperanzas de que sea mercado quien determine cuándo podrán utilizarse los nuevos móviles. ¿Pero quién es el culpable del retraso del UMTS? Las esperanzas de que los españoles puedan usar un móvil UMTS antes del verano del 2004 se han esfumado casi por completo. No obstante, los operadores aseguran que el lanzamiento «precomercial», para grandes clientes y empresas, se realizará a finales de este año, de acuerdo con los plazos que estableció el Minis-terio de Ciencia y Tecnología en diciembre del 2002. Eso sí, la fecha lleva retrasándose de forma continuada desde el 2001 y, como reconocen las propias compañías, será el WAP o el GPRS si demostraran un tirón fuerte y los usuarios estuvieran dispuestos a pagar por servicios extras, la telefonía de tercera generación ya estaría en marcha», señalan. El número de clientes que utiliza las últimas prestaciones de los móviles es discreto. En el caso de Amena, la primera compañía en lanzarlos, sólo un 3,1% de sus abonados hace uso de ellas. En Vodafone, se afir-ma que la cantidad de usuarios «aún es modesta, a pesar de estar creciendo a buen ritmo» y que se sitúa lejos de las previsiones «a corto y medio plazo». Todo esto es confirmado por una encuesta de IBM, que revela que tan sólo un 4% de los abonados ha utilizado los servicios de conexión a Internet a través del protocolo WAP y aún menos, un 1%, confiesa aprovecharlos de forma habitual.