El Congreso aprueba por mayoría la política de pensiones para 5 años

El Congreso aprobó ayer, por 228 votos a favor, 6 en contra y 5 abstenciones, el informe de la comisión no permanente del Pacto de Toledo que regirá la política de pensiones para los próximos cinco años. Aunque no se trata de un pacto de obligado cumplimiento, tal y como recordó ayer el ministro Rajoy, sí es un compromiso entre los grupos (el PSOE lo ha apoyado) que marca las líneas directrices futuras. Entre las novedades pactadas durante los tres años que ha durado la comisión destaca la apuesta por ampliar los años sobre los que se calcula la cuantía de las prestaciones, que ahora son 15, aunque no se especifica a cuántos, y se intentará, además, que la edad de jubilación real (63) se aproxime a la legal (65). El Estado, según las recomendaciones pactadas por los grupos, deberá asumir los complementos a mínimos en cinco años en vez de en doce. Esto quiere decir que dentro de cinco años el Ejecutivo tendrá que sacar de los Presupuestos Generales y no del fondo de cotizaciones el dinero necesario para completar las prestaciones de aquellas personas que hayan cotizado 15 años pero que no lleguen a la pensión mínima. Éste es el caso de gente que en los últimos años de su vida laboral ha tenido un frenazo y ha estado en el paro, por lo que a la hora de hacerles la media no alcanzan la pensión mínima. El pacto obliga también a la revalorización anual de las pensiones, aunque será en función del IPC previsto por el Gobierno y no en función del de las comunidades autónomas como pedía CiU. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social se seguirá engrosando con los excedentes de las cotizaciones sociales y se firma un compromiso para intentar continuar mejorando las cuantías por viudedad y orfandad. Aún así, quedan cosas fuera, y es que los once votos particulares presentados fueron rechazados. Todos los grupos han tenido que renunciar a propuestas en aras del consenso. El PSOE tenía como objetivo la extensión a todas las parejas de hecho, independientemente de su orientación sexual, del derecho a percibir pensiones de viudedad y orfandad, y no lo ha conseguido. IU, que se abstuvo, igual que ERC, no logró la equiparación de las pensiones mínimas al salario mínimo interprofesional, que también apoyaba el BNG. Además, la formación liderada por Llamazares había introducido un voto particular pidiendo que el trabajador pudiera elegir los quince mejores años para el cómputo de la pensión y que se eliminasen los topes máximos de desgravación en los planes complementarios y tampoco fue aprobado. El BNG, CiU y PNV coincidieron en reclamar que se respeten las competencias autonómicas en materia de gestión de la Seguridad Social y en el pago de complementos asistenciales. En lo que sí ha habido consenso es en no destinar recursos públicos a las prejubilaciones, un dato considerado «muy positivo» por los socialistas. No es obligatorio El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Jesús Caldera, acusó ayer al secretario general del PP, Mariano Rajoy, de «despreciar» el trabajo llevado cabo por todos los grupos parlamentarios, incluido el Grupo Popular, para renovar el Pacto de Toledo. El dirigente del PSOE respondía de esta forma a las declaraciones de Rajoy en las que afirmaba que las recomendaciones aprobadas hoy por el Congreso no son «una ley de obligado cumplimiento». Caldera señaló que el candidato del PP a La Moncloa dijo que el Pacto de Toledo «no se iba a firmar» y que ahora sostiene «que no se va a cumplir». «Le puedo garantizar al señor Rajoy que se cumplirá porque un Gobierno socialista se encargará de ello a partir de marzo». A juicio de Caldera, Rajoy «no se entera» porque «está huido del Parlamento». En este sentido, el portavoz socialista reprochó al líder del PP que «ni siquiera» haya acudido hoy a la Cámara Baja para seguir este debate. «Mientras todos los grupos, incluido el PP, trabajaban en el Congreso para renovar el Pacto de Toledo, Rajoy dudaba de los compromisos que las fuerzas políticas adquiríamos con el conjunto de los ciudadanos». La aplicación de muchas de las recomendaciones del pacto pasará por un acuerdo social negociado entre el Gobierno, CC.OO., UGT, CEOE y Cepyme. Dadas las elecciones de marzo del 2004, corresponderá al nuevo Ejecutivo la puesta en marcha de la mayoría de la renovación. Renovación para Fidalgo, ambigüedades para Méndez El secretario general del PP y candidato del partido a la presidencia del Gobierno, MAriano Rajoy, y el secretario generalde CC.OO., José María Fidalgo, coincidieron ayer en calificar de «buena noticia» la renovación del Pacto de Toledo, mientras que el líder de UGT, Cándido Méndez, reclamó mayor claridad a los partidos políticos sobre el futuro de las pensiones ante el «margen de ambigüedades», al que en su opinión da lugar el texto. Rajoy, que se reunió primero con Méndez en la sede de UGT, y posteriormente con Fidalgo en la de CC.OO, transmitió a ambos políticos su apuesta por el diálogo.