Francia pretende reformar las 35 horas en la negociación colectiva

El Gobierno francés, que atribuye una parte de la culpa de la mala situación económica del país a las 35 horas semanales, no anulará por ley la reducción del tiempo de trabajo pero propone a los interlocutores sociales que negocien su flexibilización. El ministro del Presupuesto, Alain Lambert, subrayó ayer que las 35 horas han sido «nefastas» para la economía francesa, que sus consecuencias son «casi inestimables» y que le cuestan al Estado unos 15.000 millones de euros. El titular del Presupuesto llegó a decir el pasado jueves que la reducción del tiempo de trabajo era culpable de que el déficit francés no esté por debajo del 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), fijado como límite por el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea. Lambert atribuía de esta forma a la herencia del anterior Gobierno de izquierdas (1997-2002) un déficit público que el pasado año ya fue del 3,1 por ciento del PIB, que este ejercicio llegará al 4 por ciento, y que para 2004 el proyecto de presupuesto prevé limitar al 3,6 por ciento, una cifra que la Comisión Europea considera insuficiente y puede suponer la imposición de una fuerte multa a Francia.