El esfuerzo para comprar una casa crecerá hasta el 46,6% del salario

El esfuerzo de los españoles para adquirir una vivienda supone este año el 40% del salario bruto medio anual, un porcentaje que en 2004 alcanzará el 46,6%, según los cálculos del Servicio de Estudios del BBVA. En un informe sobre el sector inmobiliario, el BBVA añade que los precios de las viviendas crecerán este año el 17%, para iniciar el que viene un periodo de ralentización, con un incremento de entre el 6 y el 10%. A pesar de esta ralentización, el Servicio de Estudios considera que el esfuerzo para adquirir una vivienda seguirá aumentando porque es previsible que se incrementen los tipos de interés. De momento, mientras que en el segundo trimestre del año, el precio de la vivienda subió el 17,5%, el pago de las mensualidades de las hipotecas lo hizo en un 4%. Sin embargo, y según el citado informe, con hipotecas de veinte años de plazo de amortización y si el que la paga la vivienda es una única persona el esfuerzo que tiene que hacer es del 40%, mientras que si se trata de un préstamo a quince años supera el 50%. Además, si se tienen en cuenta los ingresos del número de ocupados medio por familia este esfuerzo se redujo este año al 27% para hipotecas a veinte años y se prevé que alcance el 30% en 2004. Mientras que el precio de las viviendas seguirá aumentando el año que viene, aunque más despacio, y el esfuerzo para adquirirlas también, la capacidad de endeudamiento de las familias se mantendrá, según el BBVA, que apunta que el repunte de los tipos de interés se compensará con las subidas salariales. El Servicio de Estudios del banco añade en su informe que el previsible aumento de los tipos de interés conllevará, también, una moderación de la demanda de viviendas, lo que a su vez hará que descienda el número inmuebles construidos. Además, influirá el hecho de que ya este año el número de viviendas vendidas descenderá el 4 por ciento con respecto a las del año pasado, un fenómeno que, a juicio del Servicio de Estudios del BBVA, «pudiera anticipar cierto agotamiento de la demanda». De esta forma, irá aumentando también el tiempo que se tarda en vender una vivienda y, por lo tanto, también se incrementará la oferta de inmuebles y la estabilidad de los precios, algo que se plasmará en 2005. Esta estabilidad se constatará antes en las viviendas de segunda mano que en las nuevas.