Rato prevé que el precio de la vivienda se modere sin fuertes ajustes

El vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, anunció ayer una desaceleración en el ritmo de subida del precio de la vivienda de los últimos años, que cifró en una media del 11 por ciento entre 1998 y 2002, y descartó cualquier «ajuste brusco» o «efecto burbuja» en el sector. Rato explicó que una caída en los precios de la vivienda se produciría en un contexto de descenso en la creación de empleo y en el crecimiento económico, «un escenario macroeconómico que no tiene nada que ver con el actual». Rato lanzó este mensaje optimista ante la asamblea anual de la Asociación de Promotores y Constructores (APCE) y el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos. Precios no artificiales El vicepresidente negó una vez mas que exista una «burbuja inmobiliaria», argumentando que los precios de la vivienda no son artificiales, sino que responden al valor de un bien, aunque admitió que «pueden estar sobrevalorados entre un 8 y un 20 por ciento como apunta el Banco de España». También volvió a atribuir el encarecimiento de los pisos a la «poderosa» demanda registrada. Para él, los españoles están aprovechando la actual favorable coyuntura económica y de bajos tipos de interés para alcanzar su pretensión de tener una vivienda en propiedad porque «la sociedad española quiere ser una sociedad de propietarios inmobiliarios». Por eso, defendió los incentivos fiscales establecidos a la compra de una vivienda porque «constituyen un buen instrumento para favorecer el ahorro de los ciudadanos a largo plazo» como demuestra el hecho de que la riqueza inmobiliaria de las familias equivale actualmente a cuatro veces el PIB, frente a las 3 veces que suponía en la década de los 90. En cuanto a los factores económicos que impulsan el mercado, el ministro de Economía, Rodrígo Rato destacó el crecimiento de la creación de empleo y la confianza en mantener el puesto de trabajo como la variable más sensible a la hora de decidir adquirir una vivienda, por delante incluso de los tipos de interés. El descenso de los tipos registrado tras la puesta en circulación del euro ha aumentado en 4.410 millones de euros (seis décimas del PIB) la capacidad financiera de las familias para afrontar el pago de su vivienda.