Mal día para Europa

EL PRESIDENTE Aznar declaró ayer que no era un buen día para Europa ni para la economía europea tras conocer que el Consejo de Ministros de Economía (Ecofin) había decidido suspender el procedimiento de déficit excesivo para Francia y Alemania, a pesar de la oposición de la Comisión Europea y de varios países medianos y pequeños, entre ellos España. Tiene razón el jefe del Ejecutivo español cuando dice que los tratados deben ser cumplidos y las normas han de ser iguales para todos, y cuando pone de manifiesto que si los incumplidores hubieran sido otros, las sanciones previstas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se hubieran aplicado automáticamente. Lo sucedido tendrá sin duda efectos muy negativos sobre las negociaciones de la futura Constitución Europea, por lo que el reparto de los votos cobra gran importancia a la hora de configurar minorías de bloqueo. Por lo demás, la moneda única pierde prestigio y la Eurozona se adentra en un peligroso despeñadero. Como ha dicho el nuevo presidente del BCE, Trichet, el crecimiento no se logra mediante el déficit sino dotando de credibilidad al sistema económico para que genere confianza.