Berlín alaba una decisión que tacha de «muy razonable»

Hans Eichel, el ministro alemán de Finanzas, evitó ayer hacer un discurso demasiado triunfalista a la hora de valorar el acuerdo alcanzado por el Ecofín. Aun así, mostró su satisfacción por haberse paralizado el procedimiento por déficit excesivo contra su país, pues advirtió que el Gobierno del canciller Gerhard Schröder jamás hubiera admitido una situación que obligara a hacer demasiados sacrificios. «Es una solución razonable», opinó Eichel, porque aprobar los recortes que reclamaba Bruselas podría significar para Alemania «un estancamiento en su economía, e incluso una recesión». En cualquier caso, el Gobierno germano tiene que tomar medidas adicionales el próximo año para reducir su déficit público en la friolera de 13.000 millones de euros, en vez de en los 17.000 millones que exigía el comisario Pedro Solbes El alemán aseguró que la medida no afectará al euro.