La UE elige por unanimidad la candidatura gala de Cadarache tras retirarse la opción de Vandellós
España sucumbe ante Francia en la carrera por el proyecto nuclear Iter
El ministro de Ciencia y Tecnología, Juan Costa, cree que el acuerdo es «satisfactorio»
España ha vuelto a caer en semifinales. Y esta vez ante Francia. El ministro de Ciencia y Tecnología, Juan Costa, recurrió ayer una y otra vez al símil futbolístico para explicar que nuestro país se ha medido a los grandes y ha desarrollado un buen juego, aunque finalmente no ha podido materializar. El resultado palpable es que el multimillonario proyecto Iter de fusión nuclear no tendrá su sede en Vandellós (Tarragona), como pretendía el Gobierno, ya que la Unión Europea (UE) decidió por unanimidad presentar como candidatura única la opción francesa de Cadarache. El Gobierno español jugó hasta el último momento la baza de Vandellós, hasta el punto en que ofreció 900 millones de euros para cofinanciar la construcción del reactor nuclear, es decir, el doble de lo que París había puesto sobre la mesa. Pero ni con esas. La candidatura española al Iter, que tanto parecía gustar en Estados Unidos, no llegó a ilusionar dentro de casa, pues España decidió renunciar ayer todas sus opciones, ahorrándose el bochorno de forzar una votación en la que Francia ganaría por goleada. «Hay que reconocer que Francia tiene una magnífica candidatura», admitía finalmente en Bruselas el ministro Juan Costa, antes de recalcar que desde el punto de vista español, el de ayer fue un «magnífico acuerdo». Costa justificaba su insípida alegría en que España ha logrado en cierto modo algunas compensaciones, pues el Consejo de Ministros de la UE decidió emplazar la sede de la «entidad jurídica europea» en territorio español, y casi con toda probabilidad en Tarragona. Este órgano se encargará de coordinar y gestionar la aportación comunitaria al Iter -unos 2.000 millones de euros si el proyecto viene a parar finalmente al viejo continente- durante los diez años en que durará la construcción del reactor. Además, el proyecto internacional de fusión tendrá siete directores, de los que Europea nombrará a dos. Pues bien, a España se le concedió el derecho a elegir uno de ellos. La prensa vespertina francesa celebró en clave de victoria sobre España. «Francia defenderá los colores de la UE», titulaba Le Monde , mientras la edición electrónica de su competidor Libération apostab por esta fórmula: «Cadarache, un poco más cerca de las estrellas».