Los inversores olvidan el dólar y se refugian en eloro
El dólar ha perdido, momentáneamente al menos, su tradicional papel de valor refugio ante los mercados financieros. Su caída en picado -se encuentra en mínimos históricos frente al euro y en el nivel más bajo desde 1992 frente a la libra esterlina- ha dado alas a la cotización del oro, otro de los fortines preferidos por la inversión en tiempos de inestabilidad. Desde comienzos de año, el precio de la onza de oro troy (que equivale a unos 31 gramos) se ha revalorizado casi un 20%, hasta alcanzar esta semana los 409 dólares, tan sólo un 2% por debajo de los 417,7 dólares de los máximos establecidos en 1996. De superar este listón, el nuevo techo de la cotización del oro habría que buscarlo en mayo de 1990. Aunque el auténtico despegue del precio del metal amarillo se produjo a comienzos de este año, lo cierto es que la tendencia alcista comenzó a fraguarse en el 2000, coincidiendo con el inicio de la caída del dólar y la crisis de los mercados bursáti-es. Desde enero pasado, el precio medio de la onza se sitúa en torno a los 351 dólares, un 13% por encima de los 310 dólares del 2002 y un 30% sobre los 270 dólares de la cotización media del 2001. Durantesos tres años, la debilidad del dólar no ha hecho sino acentuarse, a medida que crecían los problemas de la economía estadounidense para hacer frente a su elevado déficit (tanto fiscal como comercial). Por el contrario, las bolsas han conseguido salir del túnel. Esta misma semana, el principal indicador del mercado de valores español -el Ibex 35- ha vuelto a marcar los niveles más altos del año y se prepara para cerrar el primer ejercicio de ganancias después de tres años consecutivos de pérdidas. Desde enero, este indicador acumula una reva-lorización del 23,15%.