Italia pedirá a la Comisión Europea que reconozca el estado de crisis en el sector lácteo del país
El Gobierno italiano aprueba una ley para reflotar el grupo Parmalat Clesa en León no sufrirá la crisis
Las empresas con 1.000 trabajadores y deudas de un millón de euros se podrán acoger a la medida
El Gobierno italiano aprobó ayer con carácter de urgencia un decreto ley para ayudar a las grandes empresas en dificultades financieras y cuyo primer objetivo será tratar de superar la crisis que atraviesa el grupo alimentario Parmalat. Al mismo tiempo solicitará a la Comisión Europea que reconozca el estado de crisis en el sector lácteo italiano para que se deroguen las limitaciones existentes a las ayudas estatales a los ganaderos. Los productores agrícolas dijeron que Parmalat les debía 120 millones de euros por leche que no le pagó. Según explicó el ministro italiano de Industria, Antonio Marzano, la nueva ley permitirá intervenir en las empresas con más de mil trabajadores y una deuda superior a los 1.000 millones de euros que se encuentren en estado de insolvencia. Parmalat es la mayor empresa alimentaria italiana, emplea a 37.000 personas en todo el mundo, factura casi 8.000 millones de euros anuales y arrastra una deuda bruta de más de 6.000 millones de euros. La empresa italiana está inmersa en un escándalo tras reconocer un «agujero» contable en su filial Bonlat, con sede en Islas Caimán, de 4.000 millones de euros pero que, según otras fuentes, alcanza en realidad entre 7.000 y 9.000 millones. Los trabajadores de la empresa que Clesa, filial de Parmalat, tiene en León no sufrirán las consecuencias de la crisis que padece la compañía italiana. Lo mismo que ninguna de las otras fábricas de la empresa en España. Sin embargo, el director general de Clesa, Celestino García Benito, manifestó ayer su preocupación por el impacto de las informaciones de la crisis financiera que atraviesa su matriz, la italiana Parmalat, sobre los proveedores, entidades financieras y consumidores de la compañía láctea en España. «Estamos muy preocupados, sobre todo por lo que esto pueda afectar a nuestros proveedores, a pesar de que nuestra actividad no está condicionada en absoluto por Parmalat y por tanto no dependemos de lo que allí suceda», dijo García. «Queremos que todo siga como hasta ahora, porque Parmalat nunca ha intervenido en la gestión de Grupo Clesa y mantendremos el mismo sentido del negocio», insistió el director general. Por otra parte, indicó que la dirección de Clesa no ha mantenido contactos en los últimos días con Parmalat. «Tenemos pocos contactos con ellos, al no participar en su estructura», explicó el director general de Clesa.