La Caixa aumentó su beneficio un 23% en el 2003 gracias a los créditos
El grupo La Caixa ganó 849 millones de euros netos en 2003, un 23,71% más, aunque una parte de este crecimiento responde a la comparación con un año anterior lastrado por las dificultades de Repsol-YPF y Telefónica, dos empresas de su cartera industrial. El presidente Ricard Fornesa, que se estrenaba en el tradicional encuentro anual que mantiene la cúpula de la entidad de ahorro con los medios informativos, avanzó lo esencial del nuevo plan estratégico, que pone el listón de las ganancias en 1.300 millones de euros en 2006, un 55% más. Para conseguirlo, el negocio bancario crecerá el 12% acumulativo anual, hasta 290.000 millones al final del trienio, y en ese periodo los recursos gestionados de clientes avanzarán un 39% y un 45% el saldo de los créditos. Expansión territorial moderada Fornesa explicó que los nuevos planes de La Caixa incluyen una expansión territorial más moderada «por decisión propia, no por presiones de nadie», ni menos de los competidores bancarios. Se abrirán unas 100 oficinas al año, frente a las 300 de los tiempos de auge. El proyecto pone el foco en las participaciones industriales estratégicas (agua, gas, infraestructuras, inmobiliario), con eventuales desinversiones en otros sectores, y posibilitará que los fines sociales ganen peso en las actividades financieras a través de la holding de participaciones sociales. Vivienda asequible, financiación de microcréditos a emprendedores son las principales líneas de actuación en esta área. Habrá también un próximo plan estratégico para la obra social - para el que se destinarán 184 millones de euros de presupuesto en 2004 -, que reducirá paulatinamente la proporción destinada a cultura para dar cabida a más proyectos asistenciales. Pero La Caixa quiere ahora que la finalidad social se abra también camino en su actividad financiera, aunque Fornesa reconoció las dificultades del primer proyecto emblemático de esta trayectoria, la construcción y promoción de 1.000 viviendas en toda España que se alquilarán a los colectivos menos favorecidos en condiciones asequibles. El proyecto acumula retrasos por las trabas burocráticos de los ayuntamientos y porque, según dijo muy gráficamente Fornesa, «no queremos dar negocietes a nadie». Otras claves del plan estratégico radican en el aumento de la rentabilidad sobre recursos propios desde el 15,4% actual al 18% y una mejora de la tasa de eficiencia hasta el 50%. La Caixa no recurrirá a las cuotas participativas para elevar su capital, algo que ha tranquilizado a los sindicatos. Fornesa aseguró que no lo cree necesario.