Algunas?entidades establecen topes máximos mientras que otras mantienen fijo?el importe al mes
La?banca abre la guerra de hipotecas que?protegen?de?la?subida?de?los?tipos
La caída del precio del dinero ha disparado la demanda de los créditos variables
La caída de los tipos de interés en los últimos cinco años ha traído consigo no sólo el abaratamiento de las hipotecas sino un cambio en las preferencias de los usuarios. Según los datos del Banco de España, la cuantía de los préstamos a tipo variable se ha triplicado desde 1998, mientras que la de las hipotecas fijas se ha reducido a menos de la mitad. Las entidades, sabedoras de esto, se han lanzado a una batalla feroz de ofertas en préstamos a tipo variable. El último gancho para competir por la clientela son los instrumentos de cobertura de riesgo ante posibles fluctuaciones al alza en el precio del dinero. El elenco de alternativas es variado. Entidades como el Banco Pastor o el BSCH, por ejemplo, ofrecen la posibilidad de mantener siempre fija la cuota de la hipoteca. En caso de que suban los tipos, lo que aumentaría es el plazo de amortización. Las iniciativas En los préstamos variables, otro sistema es el de fijar un tope mínimo y máximo del interés, a cambio de que el cliente pague un porcentaje sobre el total de la hipoteca. Caixanova, Caixa Galicia, La Caixa y el BBVA tienen este sistema. Su ventaja es que, aunque el precio del dinero se sitúe en un 9% o un 10%, el cliente se asegura que el tipo de su hipoteca variable no va a ser superior al porcentaje que acuerda con la entidad, sea un 5%, un 6% o un 7%. Pero esta alternativa tiene inconvenientes: primero, porque la banca fija horquillas máximas muy superiores a la expectativa real de subida de tipos. El sistema del Banco Central Europeo, según los expertos en economía, hace poco previsible una brusca subida del dinero. La segunda desventaja es que los bancos, por este instrumento de cobertura, cobran un porcentaje de la hipoteca. Si la cantidad prestada es alta, establecer un tope máximo en la hipoteca puede resultar carísimo. Isabel Cámara, abogada especialista en temas bancarios, asegura que «con este sistema la banca se protege de los bajos intereses». Y agrega la experta: «Recomiendo a los usuarios que tengan cuidado con estos productos porque se fijan topes máximos irreales y, en el mínimo, el interés que se cobra ya está por encima del precio oficial del dinero. En mi opinión, estas cláusulas están sustituyendo el tradicional redondeo que aplicaban las entidades a las hipotecas».