La empresa y el FBI investigan quién pudo distribuir las claves del sistema por la Red
Bill Gates pierde su secreto mejor guardado: el código de Windows
La filtración en Internet facilita el trabajo de los piratas informáticos para atacar a Microsoft
Empezó como un rumor de alguien que creía haber visto en un web site lo que parecían ser los códigos fuente del famoso sistema operativo Windows, pero el jueves un portavoz de Microsoft confirmó en un comunicado que la amenaza era real. «Hoy hemos sabido que porciones incompletas de Windows 2000 y NT 4.0 se han hecho disponibles de forma ilegal a través de Internet», dijo Tom Pilla, tras poner al FBI al mando de las investigaciones. Esta filtración facilitará el trabajo de los piratas informáticos para atacar los ordenadores que posean ese sistema operativo y, sobre todo, permitirá que se escriban virus más dañinos que ataquen específicamente esos sistemas. Lo único que tranquiliza a los dirigentes de Microsoft es que la parte filtrada es apenas de 660 megabites, una porción mínima de los 40 gigabites que se estima componen la información del sistema operativo. Puntos vulnerables Pero incluso eso, a juicio de los expertos, es un problema serio para la empresa de Bill Gates. «Basta mirar la cantidad de puntos vulnerables que ha descubierto la gente sin tener acceso a ningún código fuente», advirtió el investigador informático Thor Larholm. Otros expertos opinan que Windows ha estado bajo escrutinio de los piratas durante tanto tiempo que podrán aparecer pocas debilidades más de las que se conocen. «La mayor preocupación para la empresa debe ser que alguien lo utilice para desarrollar otro sistema operativo u otro software que funcione con windows», analizó el ex directivo de Microsoft Howard Schmidt. De hecho, Microsoft ha guardado durante muchos años los códigos fuente de sus sistemas operativos como si fueran un secreto de estado, y con un celo comparado al de la fórmula de la Coca-Cola. Hasta que se produjo el acuerdo judicial que terminó con el caso antimonopolio hace dos años, Microsoft sólo había compartido parte de esa información con otras dos empresas que desarrollaban softwares compatibles con Window Ahora, bajo la iniciativa Fuente Compartida , investigadores de 50 universidades tienen acceso a información parcial sobre esos códigos fuentes. Pero aparentemente no han sido ninguno de ellos los que han propiciado la filtración en la red.