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Defensa aprueba la construcción de cuatro submarinos y un buque en los astilleros militares de I zar

Rato acusa a los sindicatos de engañar a los astilleros con «propósitos imposibles»

«La construcción de buques es incompatible con las peticiones», aseguró el ministro

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Europa Press | madrid

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El vicepresidente primero y ministro de Economía, Rodrigo Rato, ha acusado a los sindicatos de «engañar» a los trabajadores del grupo público de astilleros Izar al plantear unas pretensiones «imposibles» de cumplir por la empresa, a lo que ha unido la violencia desplegada en las manifestaciones callejeras. Rato hacía estas declaraciones mientras más de 5.000 trabajadores de los tres astilleros de la Bahía de Cádiz, según los convocantes (3.000 según la Subdelegación del Gobierno), se manifestaban de forma pacífica en Cádiz para reclamar más carga de trabajo. El ministro de Economía afirmó ayer, tras visitar un centro de discapacitados que la violencia «nunca es buena consejera ni en temas políticos, ni en temas sociales, ni en temas laborales» e insistió en que le parece un «escándalo» que se pretenda impulsar una «huelga política, jugando con el futuro de astilleros». «Desde luego, creerse que en el mundo, en estos momentos, la industria de construcción de buques puede ser compatible con lo que se está planteando por parte de los sindicatos es un engaño a los trabajadores», afirmó. Apoyo de la UE Por su parte, la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio dio ayer su opinión sobre la situación de Izar y recordó que «el único apoyo» que pueden recibir los astilleros españoles por parte de la UE es el referido a «la mejora de la calidad de su desarrollo tecnológico» y, en este sentido, reiteró que no pueden «obtener ningún tipo de ayuda del Estado ni pública, tal como se está sugiriendo para solucionar el problema» de Izaren España, ya que es algo que «está prohibido». Ayer el Consejo de Ministros dio luz verde a la construcción de cuatro submarinos S80 y un buque de proyección estratégica para la Armada española, a fabricar en las factorías de Izar en Ferrol y Cartagena, pertenecientes a la antigua Empresa Nacional Bazán. No obstante, la compañía mantiene que se propone optimizar los recursos productivos para llevar a cabo estas construcciones de modo más efectivo.