Las ciudades «tocadas» por el AVE serán las más desarrolladas del país

El desarrollo de la red ferroviaria de alta velocidad, previsto en el Plan de Infraestructuras 2000-2007, llevará consigo el de aquellas ciudades adonde llegará. Hay ya una cierta especulación con los terrenos próximos al trazado del tren más rápido del país, que se han encarecido en las principales capitales tocadas por el llamado efecto AVE, donde se construirán 136.000 viviendas hasta el 2010, se crearán parques industriales y se revalorizará el suelo en zonas con costes hasta ahora asequibles debido a sus malas comunicaciones. Aunque es pronto para cuantificar los efectos económicos que tendrá la llegada del AVE a todas las capitales de provincia peninsulares (la línea Madrid-Sevilla, abierta en 1992, impulsó a localidades como Ciudad Real, Puertollano y Córdoba), las estadísticas sobre el encarecimiento de la vivienda en el 2003 revelan que «algo está cambiando en varias zonas». Así, Zaragoza, donde ya ha llegado la segunda línea de alta velocidad ferroviaria española (que, por ahora, une Madrid con Lleida), fue una de las provincias que registró una subida mayor en el precio de las casas, que creció un 19,6% hasta los 1.709 euros por metro cuadrado construido, una de las diez cifras más elevadas del país, dominado por Barcelona, con 2.917 euros. Precisamente la Ciudad Condal es otra de las provincias donde el coste de adquisición de la vivienda se ha incrementado más -un 16,3% durante el ejercicio pasado- acrecentado por la llegada del AVE para 2007, que reducirá el tiempo a la mitad el tiempo que la separa por tren del centro del país, que será de apenas dos horas y media. Está previsto que en Barcelona se construyan alrededor de 17.700 viviendas hasta finales de la presente década. Es otra forma de explotar las posibilidades inmobiliarias de las localidades que tendrán cerca una estación de AVE. En Segovia, donde la vivienda se ha encarecido un 16,4%, y en Guadalajara, con un incremento del 19,9%, se combinará el desarrollo de hoteles e infraestructuras logísticas con la construcción de casas que situarán a ambas ciudades (a menos de 100 kilómetros de Madrid) como residencias alternativas, algo que podría ocurrir a medio plazo con Valladolid.