El presidente, Francisco González, insiste en aspirar a mayores logros

En su tercera comparecencia ante la junta de accionistas de BBVA como presidente único, González comentó que, junto a las razones para estar contentos por los resultados, los administradores del banco no podían sentirse completamente satisfechos, sino aspirar a mayores logros. Enmarcó el ejercicio 2003 en un contexto internacional convulso y un entorno financiero difícil, por los bajos tipos de interés y la apreciación del euro. Destacó los progresos económicos de España -su capacidad de generar más de cuatro millones de empleos en ocho años, de converger con Europa y de mantener un crecimiento robusto- y el cambio a mejor que se está produciendo en Latinoamérica. Con todo, precisó, el crecimiento de aquella área es todavía muy inferior al potencial. González consideró especialmente preocupantes los escándalos empresariales, de los que el pasado año se produjeron ejemplos notorios. Reiteró con solemnidad que la ética en las empresas «no sólo es aconsejable, sino que es muy rentable». «Por eso debemos caminar hacia la tolerancia cero con las malas prácticas de la empresa», dijo, y comentó los pasos que está dando la entidad para la mejora de su gobierno corporativo.