Ellas todavía no son iguales

Están sobradamente preparadas. No pudieron acceder a la universidad española hasta 1910, pero ya ocupan más pupitres que los hombres. Chicos y chicas se licencian en las mismas condiciones, pero a la hora de optar a un puesto de trabajo, ellas siguen cobrando menos. Noventa y seis años después de que 192 trabajadoras murieran en el incendio provocado de una fábrica de Nueva York, donde se habían encerrado como protesta para alcanzar un salario igual al de los hombres, la equidad de oportunidades entre sexos sigue estando todavía en un horizonte muy lejano. 1 Ellas copan los pupitres pero no las pizarras Un estudio reciente de la Co-misión Europea indicaba que la mayoría de las mujeres dejaban la vida académica antes de lograr un cargo. De todas formas, España está a la cabeza en el número de profesoras universitarias. (Son mujeres el 13,2% de los catedráticos; el 34,9% de los profesores titulares y el 30,9% de los asociados). Pese a ello, sólo hay cuatro rectoras en la universidad española (ninguna en Galicia, ni tampoco ninguna ha sido candidata). Sólo un cuarto de los docentes superiores son mujeres en la UE. 2 ¿Quién consigue antes un empleo? Las mujeres son las principales beneficiarias del aumento del empleo en la UE. De todas formas, la tasa de ocupación femenina sigue siendo 22 puntos más baja que la masculina y en las listas del paro esperan por un empleo el 18,3% de las mujeres en edad de trabajar, frente a un 8,3% de hombres. Además, cuando logran un trabajo ellas no llegan a alcanzar los sueldos de ellos. Según los últimos datos de la encuesta de salarios del Instituto Nacional de Estadística (INE), las mujeres ganan una media de 448 euros mensuales menos que sus compañeros. 3 ¿Es sencillo para las mujeres el ascenso profesional? La carrera profesional es una gran pista de obstáculos para las féminas. Los puestos de responsabilidad en empresas y en la administración pública siguen siendo un feudo masculino. Ellas sólo ocupan el 30,75% de los puestos de dirección de empresas y administración pública, según los datos del Ministerio de Trabajo. En el ruedo político, ellas también son menos. Pero la realidad diaria indica que las mujeres no mandan ni en la cocina, donde los grandes de los fogones son también hombres. Incluso el idioma lo demuestra, ya que en el diccionario no existe una palabra femenina equivalente a chef. Ellas son simplemente cocineras. 4 ¿Quién se queda en casa para atender a los hijos? En Castilla y León el empleo femenino desde 1985 hasta el 2002 aumentó un 13 por ciento, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). A pesar de la tendencia de la incorporación al mundo laboral muchas mujeres continúan con las labores de casa y en ocasiones abandonan sus puestos por atender a sus hijos o tras contraer matrimonio. Estas dos causas son el motivo por el que cerca del 46,4 por ciento dejan sus trabajos según un estudio sobre la situación económica y social de la mujer llevado a cabo por la Junta de Castilla y León.