Los teléfonos se retratan

El mercado mundial de teléfonos con cámara ya supera al de cámaras digitales. Lo confirmó el responsable de la nueva unidad de negocio creada por Nokia España, Isidro Moreno, en la presentación del segundo modelo de teléfono móvil que la compañía líder comercializa en España con la tecnología de tercera generación (UMTS). En realidad, el Nokia 7.600 es la primera propuesta que sale al mercado, con un precio estimado de unos 500 euros. Nokia pretende demostrar que las justificaciones de los operadores no tienen fundamento. El retraso del UMTS que permite el acceso a internet a alta velocidad a través del móvil no tiene como causa las dificultades de los fabricantes -inexistencia de terminales, baterías de corta duración-, sino la capacidad de la red, argumentan sus portavoces. Así, el nuevo móvil de tercera generación, operado en este caso sobre una red interna 3G con equipos que están a la venta en el comercio, puso de manifiesto sus capacidades. A alta velocidad -la misma que permite la banda ancha- los usuarios pueden utilizar su teléfono para, simultáneamente, recibir datos y archivos en un portátil, y mantener una conversación a través del móvil. De igual modo, la empresa fabricante realizó demostraciones de transmisión de vídeo en tiempo real, la actividad que marca la frontera entre las capacidades de las distintas generaciones de la tecnología móvil. Para conseguirlo, se necesita el potencial de UMTS. Nokia ha decidido apostar con fuerza por la imagen y ha creado una división para potenciar este tipo de servicios en sus móviles. Se trata ahora de marcar las diferencias entre un teléfono con cámara y el tipo de móvil que ahora denomina imaging . Sólo los terminales de este segundo grupo permiten descargar y reproducir contenidos de vídeo en tiempo real, además de retocarlos y recomponerlos. El futuro La foto digital está aquí para quedarse. En 2003 se vendieron en España más cámaras digitales que tradicionales y, sin embargo, éstas son superadas en el mundo, en estos momentos, por el mercado de los móviles provistos de cámara. Estos últimos aparatos suponen ya en España más de la mitad de los celulares vendidos. Los usuarios no se envían de forma mayoritaria las fotos que realizan a través del teléfono, al menos por ahora, pero las ven en el ordenador o en la pantalla del televisor, las transmiten en forma de archivos a través del correo electrónico, las retocan en su PC e imprimen los mejores resultados, en la medida de sus posibilidades. El propio consumidor puede concluir el proceso, pero no le resulta precisamente barato. Necesita una impresora de buena calidad, y un elevado presupuesto en consumibles. Tampoco en todos los hogares hay un ordenador con memoria suficiente, ni personas con conocimientos para manejar los programas adecuados. Desde el álbum familiar al fotomatón, pasando por los establecimientos de revelado, adaptan sus fórmulas a los nuevos tiempos. Y Kodak, el gigante de la fotografía tradicional, al tiempo que anunciaba el fin de la era analógica en los países más desarrollados, para concentrarse en su oferta digital, ha lanzado alternativas para no perder iniciativa en este nuevo mercado.