Los atentados afectan a la confianza de los consumidores, pero su impacto es menor en las bolsas
El BCE descarta que el 11-M tenga efectos negativos en la zona euro
Las consecuencias, respecto al 11-S, se ven atenuadas por el «mejor entorno económico»
Los atentados terroristas del 11 de marzo en Madrid no han tenido una repercusión significativa sobre las perspectivas económicas de la zona euro, aunque no cabe descartar que afecten a la confianza de los consumidores, advierte el Banco Central Europeo en su último informe de coyuntura. Los expertos de este organismo han comparado las reacciones de los mercados ante esta masacre, comparándolas con las del 11-S de Nueva York, y llegan a la conclusión de que los efectos han sido menores en los atentados de Madrid «por el mejor entorno económico general» y por la distinta forma en que se perpetraron las acciones criminales. En la zona del euro, el índice Dow Jones Euro Stoxx, retrocedió el 3% el 11 de marzo, continuó cayendo los días siguientes, y posteriormente se estabilizó. El 31 de marzo estaba en torno a un 4% por debajo del nivel correspondiente al 10 de marzo. En general, este mismo índice perdió el 7% entre el 10 de septiembre del 2001 y finales de aquel mes. Esa fue la reacción en Europa. Sin cambios Al otro lado del Atlántico, tras los atentados terroristas de Madrid -analizan los expertos del Banco Central Europeo-, el mercado de valores estadounidense retrocedió mucho menos que en septiembre del 2001. El 31 de marzo pasado, el índice Standard and Poor¿s 500 estaba prácticamente en el mismo nivel del día 10 de ese mes. La incertidumbre provocada por las dos actuaciones criminales fue similar, y así lo refleja la volatilidad de los índices bursátiles. Pero hubo un rasgo distintivo entre los dos trágicos episodios. La voladura de las Torres Gemelas hundió la cotización de aerolíneas y cadenas hoteleras, tanto en Europa como en Estados Unidos. También el sector financiero y los seguros se vieron seriamente perjudicados. Tras el 11-M, la trayectoria de las cotizaciones bursátiles refleja un aumento generalizado de las primas de riesgo exigidas por los inversores «a todos los títulos», y no una preocupación individual relacionada con problemas identificables de determinados sectores. Los analistas del BCE se esfuerzan por justificar las diferencias. Concluyen que algunas responden a las variaciones en la forma en que se perpetraron los atentados. El 11 de septiembre del 2001 causó enorme preocupación sobre el futuro de compañías aéreas, aseguradoras y empresas turísticas. Las sociedades de seguros introdujeron algunas modificaciones en sus contratos, con la finalidad de limitar los riesgos. Esta actuación explica, en parte, que no resultaran penalizadas tras la masacre del 11 de marzo del 2004. El 11-S: perturbación mundial La autoridad monetaria europea explica, además, que «los participantes en el mercado pudieron percibir el 11-S como una perturbación mundia», mientras que la reacción, bastante contenida, de las Bolsas norteamericanas el 11 de marzo parece un reflejo de unos atentados que limitaron sus consecuencias a Europa, sin alcanzar a EEUU. «Los atentados de Madrid -añade el BCE- se produjeron en una época en la que la economía mundial había estado creciendo con intensidad, mientras que los del 11-S ocurrieron durante una recesión. La relativamente reducida volatilidad de los mercados bursátiles después del 11-M refleja