La cara del estancamiento

Contrastan estos avances con el estancamiento de los vínculos financieros de los países del euro con los de la cuenca del Mediterráneo en los últimos años, en los que sólo han crecido los préstamos bancarios. Ahora, la financiación europea representa dos tercios de los fondos bancarios que perciben los países del Magreb y el Líbano. Los préstamos bancarios al conjunto de la región se han incrementado desde 1995 más de dos tercios. Pero el resto de las relaciones financieras se ha desarrollado poco. El porcentaje de inversión directa extranjera de la zona euro en la cuenca mediterránea se mantiene en torno al 20% del total desde hace muchos años, y está diversificado por países. En Argelia, Egipto y Siria el destino es el sector petrolífero, mientras en Marruecos y Túnez se están aprovechando las privatizaciones. Por otra parte, el lanzamiento del Proceso de Barcelona no ha servido de estímulo a los intercambios. Aunque las relaciones comerciales se han duplicado en diez años, la participación de la zona euro en el comercio con estos países ha crecido menos que la del resto del mundo. En promedio, el comercio con los países del euro representa el 40% del total de la región. Las relaciones con Malta, Turquía y los países del Magreb (Argelia, Libia, Marruecos y Túnez) son estrechas, y mucho menos frecuentes con el área Mashrek (Egipto, Israel, Jordania, Líbano, la franja de Gaza y Cisjordania) que tienen como socios comerciales preferentes a los Estados Unidos y los países del Golfo. El origen del Proceso de Barcelona : en 1995, la Conferencia de ministros de la Unión Europea y de los países de la cuenca mediterránea lanzó un proyecto de asociación entre las dos zonas, con cooperación bilateral y multilateral, llamado Proceso de Barcelona . Población: los socios de la cuenca mediterránea suman 250 millones de habitantes, casi como la zona euro. En Egipto y Turquía viven la mitad.