China rompe el mercado del carbón y pone en jaque a las eléctricas

Las compañías eléctricas españolas han declarado la alerta ante el riesgo de desabastecimiento de carbón y el incremento de los precios para alimentar sus centrales térmicas. La cuarta parte de la electricidad española se genera con carbón importado, una materia prima que ha ido reemplazando a la hulla, antracita y lignito de origen nacional. El problema procede de China. El gigante asiático está rompiendo el mercado internacional del carbón: en los últimos doce meses ha elevado sus importaciones en más de un 40%, triplicando los precios internacionales tanto de los fletes marítimos como de la materia prima. «Empezamos a notar escasez en dos proveedores muy importantes, Indonesia y Suráfrica, y una fuerte subida de los precios desde septiembre en todos los países productores», explica la portavoz de Unión Fenosa, subrayando que la compañía tiene garantizada la mayoría de sus importaciones al haber firmado contratos de suministro a dos años vista. Importaciones Fenosa importa un millón de toneladas anuales de carbón, a través del puerto de La Coruña, para alimentar un 55% de su producción eléctrica en la central térmica de Meirama. La situación es similar en Endesa, firma que también importa la mayoría de su carbón desde Indonesia. La empresa necesita 2,8 millones de toneladas anuales de carbón importado para abastecer el 50% de sus centrales. La mayor térmica española descarga la hulla en el puerto de Ferrol. El carbón español tiende a ser suprimido de las centrales eléctricas debido a su mayor precio, a su menor poder de combustión y mayores emisiones de gases contaminantes. Según Carbunión, la patronal de la minería del carbón, y de Unesa, la asociación que aglutina a las compañías eléctricas españolas, si se produjese un desabastecimiento a medio plazo, el sistema eléctrico nacional quedaría colapsado.