Moulinex de Barbastro anuncia el traslado de su producción a China

La dirección de la planta que el grupo SEB (antigua Moulinex) tiene en la localidad altoaragonesa de Barbastro, donde fabrica electrodomésticos, anunció ayer a los representantes sindicales de OSTA y CC.OO. que ha decidido cerrar y trasladar la producción de esta fábrica a una similar que el grupo ha instalado en China, dentro del proceso de deslocalización de empresas que llevan a cabo las multinacionales. Así lo confirmó a Europa Press el dirigente de la Federación del Metal de CC.OO., Rafael Casas, quien restó validez a los argumentos de la empresa, que «todavía no nos ha comunicado los resultados de ventas y de producción que tuvo la planta de Barbastro en el 2003». El Comité Europeo del Grupo se reunirá en breve para analizar la evolución de las plantas de la UE. «A través de las informaciones de los compañeros convocados por la empresa han anunciado el cierre de la planta antes de verano», indicó. Aunque la dirección de la planta no ha comunicado la fecha, se barajan los últimos días del próximo mes de junio, «pero todavía tiene que concretarse más. Esto no deja de ser un anuncio muy escueto». La medida, de ejecutarse, afectará a 270 trabajadores, «la mayor parte con contrato indefinido y buenas condiciones laborales». Las empresas proveedoras no están radicadas en la comarca del Somontano de Barbastro, por lo que «es difícil cuantificar el empleo indirecto que destruirá este cierre, pero es seguro que habrá muchas más familias afectadas, aparte de los 270 trabajadores despedidos». Otras amenazas La planta de SEB en Barbastro sufrió una amenaza de expediente de regulación de empleo en el 2003, «pero no se llevó a la práctica, aunque posteriormente se apreció cierta falta de carga de trabajo». Rafael Casas aclaró que «esto no tiene nada que ver con la falta de carga, sino que su único argumento es que Barbastro compite con otra planta en China y no puede competir». El dirigente de CC.OO. enmarcó este anuncio de cierre en el proceso de deslocalización, por el que las multinacionales cierran plantas de producción en países europeos y, en general, occidentales, para aprovechar los bajos costes laborales en países del Tercer Mundo. En cuanto a derechos laborales, «China no tiene nada que ver con España, porque está en un bum de industrialización. No cabe duda de que el nivel de competitividad de Chinta en cuanto a salarios, sobre todo en este producto, tiene una repercusión directa en esta decisión». En cualquier caso, recordó Casas, la firma deberá presentar el expediente de solicitud de cierre ante el Departamento de Economía del Gobierno de Aragón, como obliga la normativa laboral española, «porque ahora no hay nada sobre la mesa», en alusión a que la comunicación del cierre ha sido directamente a la representación sindical.