El Gobierno subirá de 460,5 a 490 euros al mes el salario mínimo a partir de julio

El salario mínimo interprofesional (SMI) subirá de 460,5 a 490 euros al mes, un 6,6%, el próximo 1 de julio y se desvinculará de todas las percepciones públicas menos del desempleo, según anunció ayer el titular de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, en lo que fue su primera comparecencia como ministro en el Congreso de los Diputados. Su intervención tuvo lugar en la comisión de Empleo y, en ella informó que el Gobierno apuesta por reformar la pensión de viudedad y en favor de otros familiares para lograr que la prestación se concentre en los colectivos «más desasistidos». No obstante, cualquier cambio a introducir en la Seguridad Social vendrá avalado por un amplio consenso político y social y respetará siempre la situación de los actuales pensionistas. La intervención del ministro -a petición propia, del PP y de CiU- fue exhaustiva. En el ámbito laboral resaltó que la mayor «disfunción» que se registra consiste en que la flexibilidad del mercado de trabajo español «ha descansado en exceso sobre el uso de la contratación temporal», lo que conlleva que el empleado no haya logrado la formación adecuada y desarrolla su actividad en peores condiciones de seguridad y con menor salario que los titulares de una colocación indefinida. Además, el empleo inestable genera, dada su naturaleza, un abultado gasto en prestaciones de paro que es necesario atajar. Caldera subrayó que la solución para crear un mercado laboral de calidad precisa un conjunto de medidas que deben operar en el tiempo. Así destacó la necesidad de revisar la ordenación jurídica de la contratación temporal para recuperar el principio de causalidad, divulgar el uso correcto de las modalidades de colocación ante las necesidades empresariales más frecuentes, reforzar la Inspección de Trabajo, realizar campañas sectoriales de revisión de las prácticas laborales, expandir el contrato a tiempo parcial, establecer empresas de trabajo temporal con una plantilla fija en función del volumen de servicios concedidos y dignificar el empleo prestado en régimen de descentralización productiva (la subcontratación) con una Ley General que clarifique las obligaciones y las responsabilidades de las empresas que intervienen en estos procesos. Para el ministro también es necesario modificar la estructura de los costes de los contratos «de forma que sea siempre más favorable el mantenimiento de plantillas estables». Sobre esta iniciativa, el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, explicó (posteriormente, en pasillos) que una de las fórmulas barajadas es reducir las cotizaciones sociales de la contratación fija y aclaró que el Gobierno no estudia para nada cambiar el coste del despido. Cuevas lo aprueba El presidente de CEOE, José María Cuevas, se mostró satisfecho con el diseño de reformas laborales planteado por el Gobierno -adelantado horas antes en el congreso de los diputados por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera- según expuso al termino de la reunión mantenida en Moncloa con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Este encuentro supuso la inauguración del diálogo social. El próximo jueves le corresponderá al secretario general de CC.?OO., José María Fidalgo, acudir a la cita con el presidente del Gobierno y el martes, día 25, a su homólogo en UGT, Cándido Méndez. Cuevas calificó el encuentro como «agradable» y aseguró que tenía grandes coincidencias con las líneas generales que el Ejecutivo marcará para conseguir un tejido productivo competitivo, capaz de general empleo de calidad. A su juicio, las reformas son imprescindibles porque el Estatuto de los Trabajadores está obsoleto. «No es lo mismo el trabajador de 2004 que el de 1978», dijo. En relación con la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), develada por Caldera, el responsable de la patronal resaltó que lo importante es que esta renta básica deje de ser referencia para el acceso a numerosas prestaciones públicas. En su opinión, la vinculación actual influye negativamente en la evolución de los precios y de la inflación.