Trabajadores entre 36 y 54 años, de transporte y construcción, los más castigados hasta abril
Los accidentes mortales de los autónomos disminuyen un 26,5%
Los varones tuvieron mucha peor suerte que las mujeres al multiplicarse casi por ocho las víctimas
Los accidentes mortales de los autónomos disminuyeron un 26,5% en el primer trimestre del presente año en relación con el mismo periodo del 2003, al descender de 64 a 47 los fallecidos. Estos datos figuran en un informe de la Federación Nacional (ATA), que refleja igualmente la reducción de los siniestros totales entre el colectivo, con un bajada del 13%, al registrarse 5.828 accidentes menos que en el primer trimestre del 2003, cuando se contabilizaron 43.957. En líneas generales, del estudio se desprende que los siniestros mortales castigaron sobre todo a los autónomos andaluces, de mediana edad, de sexo masculino y dedicados al transporte. El presidente de ATA, Lorenzo Amor, aprovechó la publicación del estudio para reclamar que estos trabajadores estén representados en las mesas institucionales donde se abordan medidas para erradicar los accidentes de trabajo. «A pesar de que tanto el índice de mortalidad como el de siniestralidad en general han disminuido, es preciso y urgente adoptar las reformas pertinentes que faciliten un descenso mucho más acusado de las cifras registradas», añadió. En este sentido, tanto el Gobierno como el mayor partido de la oposición, el PP, se muestran proclives a modificar el Consejo Económico y Social (CES), para que los trabajadores por cuenta propia tengan representatividad. Los autónomos generan alrededor del 18% del Producto Interior Bruto (PIB) del país y superan los 3.200.000 trabajadores he ahí su importancia para todas las fuerzas políticas. De nuevo en las estadísticas de ATA, las cifras desvelan que los varones tuvieron mucha peor suerte que las mujeres al multiplicar casi por ocho el número de accidentes mortales registrados frente al contabilizado por sus compañeras. De los fallecidos, 41 fueron hombres y seis mujeres. El reparto relativo supuso que el 87% de las muertes se produjo entre los varones. Por edades, el colectivo más perjudicado fue el comprendido entre 35 y 55 años, con 26 fallecimientos y 18.836 accidentes. El siguiente grupo castigado resultó el compuesto por los trabajadores mayores de 55 años, con 11 muertes y 13.078 siniestros. Así, los menores de 35 años, fueron los menos afectados, pese a que entre sus miembros, 10 perdieron la vida en los 6.215 accidentes que sufrieron. En relación con la actividad a la que se dedican los autónomos, el transporte -con el 57% de los fallecimientos- encabezó la lista de los sectores más peligrosos, seguido de la construcción con el 23%. A final de esta relación estuvo la industria y otras actividades con tan sólo un 2% de accidentes mortales. Baleares, sin fallecidos El análisis territorial desvela que el mayor descenso relativo, del 100%, de fallecimientos tuvo lugar Baleares, donde frente al accidente mortal ocurrido en el 2003, el pasado trimestre terminó limpio sin ninguna desgracia de ese tipo. A continuación, se situó Castilla y León, con una reducción del 50%, al bajar de cuatro muertos a dos. Las estadísticas recogen porcentajes En tercer lugar estuvo Madrid, con una disminución del 43% (de siete a cuatro); seguida de Cataluña (de 10 a seis) y País Vasco (de cinco a tres), con un 40%; de Andalucía, con un 36% (de 14 a nueve); y de Castilla/La Mancha (de tres a dos) y C. Valenciana (de nueve a seis), con un 33%. También experimentó descenso, aunque por debajo de la media, Galicia, con una reducción del 25%, al pasar de cuatro a tres fallecidos. En cuanto a las subidas, en Aragón, Canarias, Cantabria, Extremadura y Murcia los incrementos llegaron al 100%. Así en Aragón hubo dos muertos en lugar del registrado en el 2003, al igual que ocurrió en Cantabria. El archipiélago canario inauguró en el 2004 su lista negra al perder la vida un trabajador por cuenta propia y lo mismo pasó en Extremadura y Murcia. En Asturias y en Navarra no hubo variaciones. Cada una de estas autonomías contabilizó dos fallecidos, el mismo número que en el 2003.