Telefónica y Vodafone lanzan la tercera generación de móviles UMTS
La telefonía móvil de tercera generación, la que permitirá cómodamente el acceso a internet a través del celular, llega por fin para quedarse. Tras acumular más de tres años de retrasos, modificar un sinfín de veces el calendario e incurrir en algún caso en abultadas pérdidas, dos operadoras, Vodafone y Telefónica Móviles lanzan por fin su oferta comercial en España esta semana, anticipándose al compromiso últimamente adquirido de tenerla disponible el próximo otoño. Como ocurriera con la propuesta de UMTS para el ordenador portátil, las dos operadoras han pretendido camuflar su anuncio hasta el último momento, y adelantarse con ello a la respectiva competencia, pero en esta carrera final la distancia va a quedar reducida a unas pocas horas. Telefónica dará a conocer su propuesta hoy y Vodafone lo hará mañana. De las otras dos compañías licenciatarias, Amena dijo el pasado marzo que su tercera generación estará disponible en octubre -aunque ahora podría adelantar la fecha-, y Xfera todavía no presta servicios comerciales de ningún tipo y tiene que partir de cero. Internet móvil Esta nueva tecnología UMTS, que estuvo a punto de arruinar a más de una empresa por la compra de licencias, permite la transmisión de datos diez veces más rápido que en la actualidad, y abre camino a la videoconferencia. Es algo así como la banda ancha, pero en móvil. También presenta la ventaja de que se factura por información transmitida, y no por el tiempo de conexión. Las operadoras consideran que ya ha llegado el momento de lanzar la iniciativa con posibilidades, por existir terminales adecuados disponibles en el mercado y una cobertura adecuada a estos inicios. Los teléfonos deben tener opción dual, válida para las tecnologías GPRS y UMTS, dados los límites de esa extensión. Los aparatos ya han superado otras dificultades técnicas, como las baterías de larga duración y la compatibilidad en las comunicaciones. Los expertos opinan que el éxito de la tercera generación va a depender de que el precio de los terminales no supere los 200 euros y del abaratamiento de las transmisiones.