Las aerolíneas, para las que la compra del queroseno supone hasta el 16% de los gastos, ven peligrar sus beneficios
Las petroleras hacen su agosto conla escalada de los precios del crudo
Por cada dólar que sube el barril de brent, sus resultados crecen hasta 160 millones
Los precios del crudo baten récords en los mercados y los accionistas de las petroleras se frotan las manos. No en vano, es prácticamente el único sector que puede sacar tajada de una situación que amenaza con llevarse por delante 225.000 millones de dólares de la riqueza mundial, el 0,5% del producto interior bruto (PIB) del Planeta, según los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Por cada dólar que aumenta la cotización del crudo, los resultados operativos de las grandes industrias petroleras crecen entre 150 y 160 millones de dólares y su beneficio neto, alrededor de 110 millones. Mucho peor lo tienen los clientes de estas compañías, las empresas que utilizan el petróleo o sus derivados para desarrollar su actividad y para quienes la escalada del crudo puede acabar convirtiéndose en una auténtica pesadilla. Sobre todo, si no consiguen trasladar al precio final de sus productos el aumento de costes que representa el encarecimiento del barril. Transporte por carretera, industria pesada, eléctricas y, sobre todo, aerolíneas, son las más afectadas. El combustible es para las aerolíneas el segundo capítulo más importante de gastos, por detrás de la plantilla. De media, supone entre el 11 y el 16% del total de sus costes. Además, según los cálculos de algunos expertos, una variación del 10% en el precio del petróleo puede tener un impacto en el ebitda (beneficio antes de impuestos, intereses y amortizaciones) que varía entre el 2 y el 5%, según la compañía. Para protegerse de las varia-ciones del precio de esta fuente de energía, que supone un gasto fijo, todas las compañías utilizan coberturas con derivados (contratos a futuro sobre el petróleo), pero estos escudos resultan insuficientes cuando, como ahora, las cotizaciones rompen todos los pronósticos. Por ejemplo, Iberia, para la que el coste del combustible supuso el pasado año el 12% de los gastos de explotación, tiene cubierto el 60% del combustible en el primer semestre de este año y el 50% hasta diciembre a una banda de precios comprendida entre 23 y 26 dólares por barril. Es decir, el 55% del queroseno que compre en el año no lo pagará a más de 26 dólares. Billetes cada vez más caros Las compañías aéreas ya han comenzado a anunciar subidas de tarifas destinadas a compensar el incremento de los costes. British Airways fue la primera aerolínea europea que decidió trasladar a los via-jeros el incremento del precio del petróleo. La firma británica, una de las más vulnerables a la subida del crudo según los analistas, aplicó un recargo en los billetes de más de tres euros. España, Spanair fue la primera aerolínea que repercutió la escalada del crudo en los billetes anunciando incrementos de entre un 3% y un 6%. Air Europa también ha implantado recargos similares. Iberia, la primera aerolínea española, es la única que, de momento, no se ha apoyado en los billetes para compensar el alza del crudo. Sin embargo, el grupo reconoce que sus tarifas varían constantemente y que, en las últimas semanas, han subido entre un dos y un tres por ciento. Y todavía no se ha repercutido la subida del crudo, según fuentes de la empresa. El coste adicional que tendrán que soportar este año las aerolíneas por la subida del carburante estará entre los 6.500 y los 9.800 millones de euros, según cálculos de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). La or-ganización subraya que los precios del combustible son ahora un 55% superiores a los del 2003.