El temor a la escasez de suministro dispara los precios del petróleo

El precio del barril de petróleo cumplió los peores pronósticos. La variedad de crudo ligero Texas, de referencia en Nueva York, se disparó este martes hasta el máximo histórico de 42 dólares, mientras el Brent llegó a pagarse en Londres a 38,70 dólares, con alza del 7% en una jornada. Aunque mediada la tarde experimentaban ligeros descensos, son niveles equivalentes a los registrados durante la invasión de Kuwait, hace catorce años. La reacción en ambos mercados, que estuvieron cerrados el lunes y no habían reflejado el miedo generado por los ataques terroristas del fin de semana a instalaciones refineras de Arabia Saudí, minó la confianza de los inversores y sacudió las Bolsas de valores europeas. El mercado de petróleo se ve fuertemente afectado -según los expertos- por la inseguridad que trasladan las acciones de terroristas afines a Al Qaida. Los inversores financieros temen que el último atentado -que se saldó con la muerte de 22 personas- afecte de alguna manera a la capacidad de producción de Arabia Saudí, en un momento delicado para las exportaciones del país que se dispone a elevar su producción con el objetivo de contener el alza de los precios del crudo. Tampoco tienen claro los mercados si la reunión oficial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) convocada para el próximo jueves en Beirut concluirá con un acuerdo para aumentar las cuotas, porque se están produciendo declaraciones contradictorias e importantes agentes insisten en que gran parte de los problemas no se resuelven con más producción, porque radican en la inseguridad generada por conflictos geopolíticos. El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, afirmó ayer que el impacto del precio del petróleo sobre el crecimiento dependerá de si esta evolución es permanente o transitoria, aunque se mostró «relativamente optimista» sobre las cifras españolas. Los efectos del precio «es un tema difícil de evaluar en la medida en que un impacto duradero de una subida del petróleo tiene un impacto sin duda alguna de caída en la tasa de actividad».