Rato se estrena al frente del FMI en el aniversario de Bretton Wood

Rodrigo Rato se estrena hoy en el cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional. Presidirá en Madrid la conferencia convocada en conmemoración del sexagésimo aniversario del convenio de Bretton Wood, que dio origen a esta institución financiera de rango mundial. Organizada por el propio FMI y el Banco de España, se ha preparado una jornada de debate e intercambio de experiencias. Acompañarán a Rato en el acto de apertura el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, y el gobernador, Jaime Caruana. Después intervendrán académicos y políticos, que tratarán a puerta cerrada sobre la deuda pública, su vinculación con el crecimiento macroeconómico y su sostenibilidad, los déficit exteriores, las fórmulas de solución de las crisis, y también de los tipos de cambio y los regímenes cambiarios. En el arranque del verano de 1944 y bajo inspiración de algunas ideas del economista John Maynard Keynes, se fundaron dos instituciones de carácter global, con el propósito de contribuir al crecimiento económico internacional. Del programa concreto de Keynes -la constitución de un banco, la creación un fondo para el desarrollo, el lanzamiento de una organización comercial y la dotación de un plan de subsidios no reembolsables vinculado a Naciones Unidas- sólo salieron adelante entonces las dos primeras propuestas. Más tarde se pondría en marcha el Acuerdo General de Comercio (GATT), que luego se convirtió en la Organización Mundial de Comercio (OMC). El patrón dólar El 27 de julio de 1944 nacieron las conocidas como instituciones de Bretton Wood: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Y frente al patrón oro hasta entonces vigente -en el que las monedas estaban respaldadas por sus reservas de este metal-, el convenio de Bretton Wood consagró un patrón dólar, con un tipo de cambio estable y fuerte, que perduró hasta finales de los sesenta. El modelo estaba basado en la total convertibilidad del dólar norteamericano con el oro a cotización fija, y en la obligación de otros bancos centrales de respetar unos márgenes de fluctuación establecidos para sus divisas. Este esquema naufragó por los cuantiosos desplazamientos de capital generados en el auge de los años cincuenta, y también porque Estados Unidos se vio inmerso en una espiral inflacionista, entre otras razones por las fuertes exigencias financieras de la guerra de Vietnam. El convenio de Bretton Wood fue abandonado en 1971, pero el FMI y el Banco Mundial le sobrevivieron. Estos días, el Fondo Monetario Internacional cumple 60 años y un español accede por vez primera a su dirección ejecutiva en momentos en los que la institución debe plantearse importantes cambios para garantizar su continuidad. Incapacidad de prevenir las crisis, escasa flexibilidad para gestionarlas, ineficacia en la lucha contra la pobreza y falta de transparencia en su actuación son algunos de los reproches que se le formulan.