El déficit del Estado alcanza el 0,66% del PIB hasta el mes de junio

El déficit del Estado superó en el primer semestre de este año casi todas las previsiones, al alcanzar los 5.167 millones de euros, un 85,3% más que en el mismo período del 2003. El Gobierno achaca el crecimiento de ese dato negativo al incremento de las devoluciones por vía de impuestos, en concreto en la renta y el IVA, por lo que confía en que esa tendencia pueda ser correjida durante la segunda mitad del ejercicio. De no ocurrir así, el déficit «escondido» anunciado por el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, dejaría el saldo final de esos «números rojos» por encima del 1,2% del producto interior bruto (PIB). Pocos se ponen de acuerdo sobre lo que podrá ocurrir en los próximos meses, pero las perspectivas no parecen muy buenas, al menos en términos de contabilidad nacional, que computa ingresos y pagos comprometidos. Hace un año, las cuentas del Estado presentaban un déficit de 2.788 millones, que durante los meses de julio y agosto se convirtió en superávit, y después en equilibrio presupuestario. El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, argumentó ayer que eso fue posible porque se «dejaron de hacer» algunos ajustes que se han «arrastrado» hasta este año. No es ese su único argumento para justificar un déficit que, de concluir ahora el ejercicio contable, y tras sumar varias operaciones no incluidas en el presupuesto por el Ejecutivo anterior, superaría el 1,4% del PIB. Estaríamos así un punto por encima de lo que anunció el Partido Popular a finales del 2003 y con cuatro décimas más sobre el cálculo apuntado por el propio Solbes a principios de esta semana. Eso sin contar todavía la parte de la deuda de Renfe (7.200 millones de euros) que asumirá al final el Estado, y que se deberá contabilizar este ejercicio. Cambio de signo Fernández Ordoñez situó el incremento de las devoluciones para el impuesto de la renta -hasta mediados de julio, la Agencia Tributaria ha devuelto 5.500 millones de euros, el 72% de lo previsto para esta campaña, gracias en buena medida a un uso mayor de los borradores- y el del valor añadido (IVA). También aludió a la reducción de los ingresos por vía de IRPF, de hasta un 5,3% menos hasta quedar en 21.237 millones, ya que en los primeros meses de 2003 no se recogió el efecto de la última rebaja fiscal, así como al cambio del calendario de pago de retenciones por las Administraciones Públicas. En los tres supuestos, en Economía estiman que la tendencia debería ser la inversa tras el verano. En el resto de partidas, no ven cambios «fundamentales» en gastos -los corrientes aumentan un 32,4% por los desembolsos electorales-, y en ingresos las cosas van «un poquito mejor» de lo previsto, sobre todo en el impuesto de sociedades, con un 17,2% más, y los especiales, con una subida del 8,5% en la recaudación, consecuencia del encarecimiento del petróleo y la revisión al alza de las tarifas del tabaco.