La empresa tiene sus cuentas embargadas por supuesta evasión fiscal
El petróleo alcanza su máximo histórico por la crisis de Yucos
La petrolera rusa anunció que puede suspender la extracción y trasiego del crudo
Vista de una planta de refinería de petróleo en la region de Jubail en Arabia Saudi
El precio del crudo en Estados Unidos tocó ayer en la apertura los 42,50 dólares, por encima del máximo histórico alcanzado el pasado mes de junio, tras anunciar la petrolera ruso Yukos que paraliza sus exportaciones. De esta manera, pocos minutos después de iniciarse las operaciones en el New York Mercantile Exchange (Nymex), el contrato de futuros del barril de petróleo Texas con vencimiento en septiembre se situó en los 42,50 dólares, por encima de los 41,84 dólares del cierre del pasado martes. Sin embargo, poco después afloraron las ventas y la subida se suavizó hasta los 42,25 dólares, 40 centavos por encima de la sesión anterior. En cuanto al resto de combustibles en Nueva York, el contrato de gasóleo para calefacción con vencimiento en septiembre se situaba en los 1,1365 dólares por galón (3,79 litros), 0,3 centavos más que el pasado martes. Los contratos de gasolina, con entrega también en septiembre, se mantenían casi sin cambios en el nivel de los 1,24 dólares por galón. La fuerte revalorización de los precios del crudo se ha producido después de que la petrolera Yukos advirtiera de que dentro de varios días puede suspender la extracción y trasiego de crudo. Esto vendría provocado por la decisión del Ministerio ruso de Justicia de prohibir a sus tres filiales realizar este tipo de actividades. Yukos tiene sus cuentas embargadas por supuesta evasión fiscal, y el Ministerio de Justicia anunció la pronta venta de Yuganskneftegaz para cobrar a la petrolera los 3.400 millones de dólares que le reclaman como impuestos evadidos en el 2000. Además, hay una demanda igual sobre el 2001 y amenazas de exigir cantidades similares por el 2002 y el 2003. En su mensaje, la directiva de Yukos advirtió que resulta imposible suspender la entrega de crudo sin detener la extracción y otras actividades de las empresas en los pozos de sus yacimientos. «La suspensión de las actividad de estas tres filiales dejará sin trabajo a sus 15.000 empleados y personal de servicio, lo que supondría una de las mayores crisis sociales de la historia moderna de la Federación rusa», señaló en la carta la directiva de Yukos.