El Gobierno estudia medidas para contener la inflación a finales de año

Los precios bajaron ocho décimas en julio, dos más que en el mismo mes del año anterior, en una evolución típica de la temporada, porque las rebajas de vestido y calzado compensaron las alzas de los servicios turísticos como alojamientos y viajes organizados. Pero también subieron en ese mes el gas, el conjunto de los carburantes y combustibles y casi todos los alimentos, y de manera más acusada lo hicieron los precios del pollo, el cerdo y el pescado. La inflación anual se recorta en una décima -a causa del redondeo en la comparación-, y queda en una tasa del 3,4%. Es el primer descenso que experimenta la inflación desde que inició su escalada en el mes de abril a consecuencia del encarecimiento del crudo. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, recordó que ocho décimas -más de la mitad- de los 1,4 puntos de aumento de precios acumulado en los siete primeros meses del año hay que atribuirlas a la subida del transporte, que traslada el impacto de los carburantes. En julio no se dejó sentir ese efecto porque en el mismo periodo del año anterior la subida fue más acusada. «La inflación va a estar a final de año más cerca del 3% de lo que sería deseable», reconoció, e insistió en que España no va a rebajar la fiscalidad de los derivados del petróleo, como demandan los transportistas. No se pueden aplicar políticas autónomas en esta materia en el marco de la Unión Europea, añadió.