El diesel se dispara

A finales del 2003, un litro de combustible para un coche diésel costaba 0,69 euros. Hoy vale 0,85, lo mismo que la gasolina hace casi un año en un mercado del petróleo sin tensiones. La escalada del crudo ha encarecido todos los carburantes, pero ha hecho que el uso del diésel compense ahora menos a quienes usan este tipo de vehículos, que son quienes conducen mucho y hacen, de media, un mínimo de 15.000 o 20.000 kilómetros anuales. La subida de los combustibles ha sido especialmente dura en el caso del gasóleo: llenar el depósito de un vehículo -unos 50 litros- cuesta hoy casi nueve euros más que hace un año, ya que su precio por litro ha pasado de 0,69 a 0,85 euros. Los ejemplos Un matrimonio con un coche diésel que viva en una zona residencial a las afueras de la ciudad y tenga que desplazarse diarimente a trabajar hace, de media, casi 1.000 kilómetros mensuales. Es decir, que sólo por cuestiones laborales ten-dría que llenar el depósito dos veces cada 30 días, lo que le supone un sobrecoste de 18 euros mensuales. Si la familia tiene dos vehículos, ascendería a 36 euros. Y si al coste relacionado con cuestiones de trabajo se le suman desplazamientos por razones de ocio la cifra resultante es mucho más alta. De momento, esta situación que afecta a millones de ciudadanos no ha dañado la demanda de compra de vehículos, que se mantiene a un buen ritmo. Jesús Ruiz Beato, ex presidente de Anfac y alto directivo de Nissan España, aseguró a este periódico que «la subida de los combustibles no está afectando a la fase previa de la decisión de compra, al menos por ahora». El encarecimiento de los carburantes no sólo está da-ñando las economías domésticas sino que ha colocado a sectores profesionales, como el agrícola y el pesquero, en una situación delicada. En este sentido, el Gobierno central enviará la próxima semana a las asociaciones de agricultores y a las cofradías de pescadores la propuesta de ayudas para paliar el impacto negativo de la subida del gasóleo.