La UE revisa la agenda de Lisboa para seguir en un trencompetitivo

La Unión Europea (UE) está dispuesta a girar completamente el timón para conducir su economía hacia un espacio de competitividad, innovación y creación de empleo. En esta ocasión, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco analizaron anoche en Bruselas los escasos resultados que se han logrado desde que en el año 2000 aprobaran la llamada Estrategia de Lisboa, un ambicioso programa de reformas cuyo objetivo era convertir a la UE en la economía más competitiva del mundo en el horizonte del 2010. Los líderes comunitarios tienen previsto acoger «con satisfacción» el informe preparado por un grupo de expertos dirigido por el ex primer ministro holandés, Wim Kok, y del que también forma parte el ex-secretario general de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez. Este documento sostiene que «queda mucho por hacer» para que la agenda de Lisboa no se traduzca en una retahíla de objetivos incumplidos y, en consecuencia, plantea concentrar los esfuerzos de los países en acciones más concretas. Objetivos incumplidos El Consejo Europeo, en las conclusiones que serán aprobadas hoy, confirmará «la validez e importancia del proceso» que puso en marcha en Lisboa en marzo del 2000. Ahora bien, los líderes asumen su parte de responsabilidad en los objetivos que no se han cumplido y -según se recogía ayer en el proyecto de conclusiones- dirán que lo importante ahora es que «los Estados miembros apliquen las medidas acordadas». Y si el Consejo mantiene vivo el espíritu de Lisboa, entonces también sigue vigente el proceso de reformas que se debe centrar en la apertura de mercados, en la modernización de la sanidad y de los sistemas de pensiones, así como en la adaptación del mercado laboral. El informe Kok incluso alude, a modo de ejemplo, a reformas puntuales para el objetivo de no perder el tren de la competitividad. Entre algunas de estas reformas se encuentran la construcción de guarderías para favorecer la integración laboral de la mujer, la creación de la patente comunitaria, la aceleración de trámites para constituir empresas o la formación continua de trabajadores. La Unión Europea propuso también en el marco de esta reunión en Bruselas cuestiones tan importantes como retrasar la jubilación, reformar las pensiones y duplicar la inversión en innovación. Así, los Veinticinco insistieron además en la necesidad de alargar en cinco años la vida laboral y poner fin a las prejubilaciones para que, en el 2010, estén en activo el 50 por ciento de los trabajadores mayores de cincuenta años, algo que actualmente en la Unión sólamente cumplen países como el Reino Unido, Dinamarca y Suecia. En el caso de España, por ejemplo, de esa franja de edad únicamente están en activo el 40,8 por ciento de los trabajadores. Retraso Los líderes mostraron su preocupación por los retrasos de la economía europea respecto a la estadounidense y la amenaza de que sea superada por países como China. «No podemos quedarnos de brazos cruzados», advirtió en rueda de prensa el primer ministro holandés, Jean Peter Balkenende, quien dio cuenta de los debates de los líderes comunitarios sobre el futuro de la economía de Europa. Los Veinticinco hablaron mucho, según dijo, sobre «los retrasos que comprobamos en relación con la economía de Estados Unidos, que siguen vigentes» y «los retos» que plantean China y otros países muy competitivos.