El Banco Central Europeo desmiente una intervención en los mercados para apoyar al dólar
El euro supera los 1,33 dólares y acumula un alza del 8% en un mes
En esta ocasión el carburante para la escalada de la moneda que llegó desde China
La nueva escultura del euro frente al Banco Central Europeo
El euro cerró ayer, viernes, la semana con un nuevo récord al alza frente al dólar al superar con facilidad los 1,33 dólares, pese al desmentido de China de que ha incrementado sus reservas en la moneda única europea. El euro ha ganado en noviembre un 4,5 por ciento con respecto al «billete verde», sin que ninguno de los principales bancos centrales del mundo haya manifestado su voluntad de poner fin al desplome del dólar. Durante esta jornada, la divisa europea tocó techo en 1,3331 dólares, la mayor cota desde su introducción en enero de 1999, en una jornada con un discreto volumen de transacciones tras el día festivo de Acción de Gracias del jueves en Estados Unidos. Las ganancias de la moneda comunitaria de ayer coincidían con la negativa del BCE a comentar una posible intervención en los mercados para apoyar al dólar y los rumores, después desmentidos, de que China había aumentado sus reservas en euros tras haber vendido bonos del Tesoro estadounidense. Los tipos en la eurozona La entidad europea, que sólo intervino para rescatar al euro de un desplome similar al que vivió ayer el dólar en otoño de 2000, se reúne el próximo 2 de diciembre para deliberar sobre los tipos de i0nterés en la eurozona, que están en el mínimo histórico del 2 por ciento. Se da por seguro que su presidente, Jean-Claude Trichet, comentará, aunque sea escuetamente, la evolución de los tipos cambiarios, que no sólo preocupa a los bancos centrales sino también a la industria exportadora europea, que pierde competitividad en los mercados controlados por el dólar, en primer lugar EE.UU. Hasta ahora, Trichet y algunos de los 18 miembros del consejo de gobierno del BCE se han limitado a hacer «intervenciones verbales», cuya eficacia ha sido efímera, como se ha podido comprobar por los tipos de cambio. Tampoco el Banco de Japón ha dado señales de querer corregir la caída del dólar respecto del yen. La última vez que intervino fue en marzo pasado para comprar la divisa estadounidense e impedir que la revalorización del yen perjudicara más las exportaciones niponas. En los seis meses anteriores a esa fecha, Tokio había comprado dólares por valor de 26 billones de yenes (197.000 millones de euros), transacciones que pudo permitirse cómodamente, ya que sus reservas a finales de 2003 eran de 653 millones de dólares (476 millones de euros al cambio de ayer). Por su parte, los expertos en divisas pronostican que la semana próxima continuará el descenso del dólar en un clima adverso hacia esta moneda, entre otras razones por la falta de convicción con la que el Gobierno estadounidense se ha comprometido a reducir el colosal déficit fiscal y de su balanza de pagos.