Fabricar prendas en España cuesta trece veces más

El sueldo mínimo que cobra un trabajador del textil en España por un día de trabajo (jornada de ocho horas) serviría para pagar durante 11 días a un empleado en un taller de China o Pakistán, según datos de la Organización Mundial del Trabajo (OMT) sobre los salarios del sector textil en diferentes países del mundo. Y es que los sueldos en terceros países como el gigante asiático (la hora de trabajo supone un mínimo de 0,23 euros), Nicaragua (mínimo de 0,23 euros por hora), Pakistán (0,23 euros por hora), Bangladesh ((0,15 euros/hora) o Indonesia (0,10 euros/hora) -éste último es el estado con la mano de obra más barata- son mucho más bajos a lo que establecido en los convenios del sector aprobados en los distintos países de la Unión Europea, incluídos los que se incorporaron el pasado primero de mayo. ¿Marruecos caro? La diferencia es tal que incluso los sueldos de estados mediterráneos hacia los que comenzó la deslocalización de parte de la producción de empresas textiles españolas, como Marruecos, donde se paga la hora a 0,54 euros, o Túnez, con salarios de 0,46 euros la hora, ya no serían competitivos en este momento del mercado textil internacional. Es por esto que los principales perjudicados del levantamiento de las cuotas que limitan la exportación desde terceros países sean los trabajadores menos cualificados, empleados mayoritariamente en la industria auxiliar que da apoyo a las grandes firmas. Fuentes del sector explican que lo más probable es que la subcontratas se desvíen hacia plantas ubicadas en terceros estados. Lo que continuará confecionándose en España, según fuentes del sector, serán prendas de calidad. Un ejemplo son los vestidos de ceremonia o aquellas prendas en las que se emplean tejidos delicados como las organzas o las gasas, en cuyo tratamiento se requieren manos expertas. De toda formas, Bruselas avanzó que establecerá controles sobre los productos procedentes de China después de que el sector le mostrara sus temores ante el nuevo panorama textil mundial que se avecina. El debate ahora está en si esas medidas supondrán un apoyo real para el sector.